A. Carmona: “Este libro suponía un reto improtante”
En el acto de presentación, celebrado en el Auditorio Ciudad de Vera, Antonio Carmona agradeció la confianza depositada en él para la realización de la trilogía que se cierra con este libro. “Los postres suponían un reto muy grande, porque con ellos hay que tener un cuidado especial. La precisión es muy importante. Así que me paré a pensarlo, pero como tengo los genes de mi madre y mi padre, en seguida me puse manos a la obra”. Durante muchas e interminables madrugadas, Antonio Carmona y el fotógrafo Juan José Pascual trabajaron codo con codo para elaborar cada una de las recetas y fotografiar todos los platos para que, ahora, los almerienses pueden cocinarlos en sus casas.
Si el primer libro estuvo dedicado a sus padres, y el segundo a su mujer e hija, este tercero quiso dedicárselo a todos sus hermanos. Para Antonio Lao, director del Diario de Almería, este libro es una obra que “va a contribuir de forma positiva a consolidarnos como referentes en un sector de extrema competencia como es la gastronomía, pero del que hemos salido airosos e, incluso, con nota diría yo”.
Por su parte, el gastrósofo Antonio Zapata explicó que en este libro están plasmadas muchas recetas tradicionales, que a finales de los años 80 y principios de los 90 ya estaban casi desaparecidas, y que Antonio Carmona ha sabido recuperar y modernizar, no solo en la presentación, sino en la forma de cocinarlos. Por último, el alcalde de Vera, Alfonso García, calificó a Antonio Carmona como “uno de los mejores cocineros y más conocidos de la provincia de Almería”. El regidor aseguró que Carmona es un orgullo para Vera y para todos los veratenses. “Mejor embajador que podríamos tener para nuestro municipio”, concluyó. 6
a los tiempos que corren.
El chef de Terraza Carmona recorre la provincia partiendo de los dulces y tartas. En este capítulo se pueden encontrar recetas como canutillos con confitura de naranja navelate de Antas o tocino de cielo sobre bizcocho de pistachos.
El siguiente capítulo es para los pequeños bocados como los bombones líquidos de melocotón con stevia del Mediterráneo, o los taquitos de leche frita con hojitas de menta caramelizada.
Sigue con los sorbetes y granizados, donde se hallan refrescantes recetas como el sorbete de pomelo y caviar cítrico o un granizado de tomate raf con miel de la Sierra de Los Filabres.
En el capítulo cuatro habla de cremas y bizcochos, como la famosa tarta borracha de Terraza Carmona o los roscos fritos rellenos de crema de moka.
El festín dulce continúa con el chocolate y ahí enseña recetas como la tarta de tres chocolates en texturas, o las trufas de chocolate sobre salsa de ciruelas amarillas asadas.
En el capítulo seis, Antonio Carmona despliega una gran variedad de recetas con frutas, como los higos frescos rellenos con helado de nueces y salsa de fresitas silvestres o un original helado de chumbos del desierto de Tabernas, pomelo y algodón de azúcar.
Luego llega el turno de los platos más tradicionales de la provincia de Almería, como los rollos de Pascua de Los Vélez, los peñascos de La Alpujarra o las torticas reales de Vera.
En el capítulo ocho no abandona la tradición, para rescatar ahora recetas de origen andalusí, sefarditas y cristianas. Hay, por ejemplo, dulce de sésamo, bombones de higo o almojábanas andalusíes.
Finalmente, a modo de recordatorio, Carmona introduce unas recetas que ya estaban publicadas en los dos libros anteriores pero que son imprescindibles para conocer la cocina dulce almeriense. Entre otros platos encontramos soplillos o suspiros, roscos de anís, alfajores de miel y deditos de Jesús.