San José vuelve a celebrar por todo lo alto el desembarco pirata
San José, la pedanía más turística y con mayor capacidad hotelera del municipio, retrocedió ayer en el tiempo para defenderse de los ataques corsarios en el X Desembarco Pirata, celebrado en la Bahía del Sollarete, bajo la organización de la Asociación cultural homónima, la colaboración municipal y de
Diputación. La representación fue el acto central del programa de las fiestas de primavera de San José que finalizan en el día de hoy.
Esta representación toma su origen en el siglo XVIII, cuando se instaló una batería costera en el promontorio más saliente de la Bahía del Sollarete. Su misión era vigilar la bahía de Genoveses y la de San José hasta Cala Higuera, dos fondeaderos naturales muy utilizados por los piratas berberiscos que atracaban en estas playas para proveerse de agua y alimentos. Al abrigo de esta instalación militar, creció una pequeña barriada de pescadores, a la que se denominó San José.
La recreación convirtió a esta bahía en un teatro al aire libre, con papeles repartidos y devolvió a este
enclave de pescadores, y ahora de hoteles, pisos turísticos, restaurantes y bares, a sus orígenes con un suceso que, según crónicas, ocurrió en el siglo XVIII cuando los piratas intentaron saquear el pueblo en una sus habituales incursiones para reponer agua y víveres. Los vecinos se rebelaron luchando contra los piratas y Carlos III promulgó un decreto por el que se construyó la batería de torres de vigilancia, desde Cartagena hasta Málaga, para proteger esta parte de la costa.
La X edición de este Desembarco Pirata estaba inédita desde 2019 por la pandemia.