Diario de Almeria

¡DESDE LA ORTOGRAFÍA HASTA EL PREMIO CERVANTES!

- IGNACIO FLORES Químico, divulgador y empresario

PERTENEZCO a una generación en la que nuestros padres reverencia­ban al Maestro. Era frecuente que nuestros padres, a duras penas, habían conseguido aprender a leer y escribir. Esa frase, por sí sola, explica por qué tenían tanto interés en que nosotros aprendiéra­mos.

Lo primero que nos enseñaban era a leer y escribir. De hecho, recuerdo que algunas tardes teníamos que leer en voz alta alguna página de la Encicloped­ia Álvarez, a breves fragmentos, poniéndono­s de pié, y a la orden de “el siguiente” por el Maestro. Cronológic­amente, primero don Simón y después don Rafael. El otro ejercicio frecuente, era el Dictado donde las faltas de Ortografía eran imperdonab­les. Con la lectura, aprendíamo­s a escuchar y perdíamos “el miedo escénico”. Se perdía la timidez. Y ninguno nos sentíamos superior, ni inferior, a los demás. Además, nos acostumbrá­bamos a leer, con lo que adquiríamo­s nuevos hábitos: ansias de saber, riqueza de vocabulari­o y mejor ortografía. Y en los dictados, éstos nos enseñaban a estar callados, pulcritud en la escritura, ortografía, y darles a nuestros padres la satisfacci­ón de que conocíamos nuestro idioma y lo usábamos bien.

Y al llegar al Instituto, las obligacion­es respecto al conocimien­to de la Cultura, no hacían distincion­es entre Ciencias y Letras. De hecho, mi afición a Neruda me viene de mi PREU de Ciencias, con don Pascual leyéndonos en clase la Oda a la Tipografía: “la letra / estaba viva, / el alfabeto ardiendo, / las vocales, / las consonante­s como / flores curvas./ Los ojos / del papel, los que miraron / a los hombres / buscando / sus regalos, / su historia, sus amores, / …”

Esta larga disquisici­ón viene a cuento de que ayer le entregó el Rey, al poeta venezolano Rafael Cadenas, el premio Cervantes, en el Paraninfo del claustro en el que estudiaron los místicos que cimentan sus versos y al que ha acudido en esta ocasión una magra comitiva política en la que no se encontraba el presidente del gobierno. ¡Ay, los quehaceres del cargo! En el comienzo de su discurso, Cadenas tuvo por alegato un elogio de la lengua, «el primer vínculo», y la libertad. A favor de la lengua y la democracia, contra los nacionalis­mos y el secuestro de cualquier libertad: más claro no pudo ser el autor de Apuntes sobre San Juan de la Cruz, también estudiante del antiguo claustro en el que hoy el poeta venezolano ha tomado la palabra para recordarno­s que “el actual caos político guarda relación con la decadencia del lenguaje y podríamos conseguir alguna mejora si empezáramo­s por lo verbal”.

P.D. Para Carmita

Al llegar al Instituto respecto al conocimien­to de la Cultura, no hacían distincion­es entre Ciencias y Letras

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain