LA LIBERTAD DE PENSAMIENTO
LA cultura de origen, las experiencias personales adquiridas, mediante intercomunicación con los congéneres culturales, la percepción personal, y el correcto uso del proceso lógico: conocer, comparar, buscar analogías, interpretar y obtener nuevas conclusiones, dotan de conocimiento a la persona. Pero este conocimiento se quedaría estrecho, cerrado a toda novedad, y corto de miras, si no contempla más allá del horizonte de su entorno. El pensamiento castizo, aparece en una sociedad encerrada en sí misma, sin interés por lo lo existente fuera de ella, miedosa a todo cambio, recluida en la frontera de los límites de su clan o cultura. Ésta surge de los tiempos arcaicos, define el carácter de un pueblo, la verdad de su realidad, mas así es incompleta, pues está basada en experiencias propias.
Los valores que rigen una sociedad son producto de conductas seleccionadas, por su validez, para resolver los problemas con el medio entorno, y su organización, a lo largo de los siglos. Estos valores poseen una esencia común en toda la Humanidad, aparte de otras soluciones propias pasadas, que ya no responden a problemas actuales, pero resisten en el tiempo porque son signos distintivos de la comunidad, sea un pueblo, comarca, región o nación.
Todo pensamiento es controlado por los registros culturales adquiridos en el seno de una sociedad definida, que delimita su realidad. Están insertados en la psicología de las personas, incluso en sus propios genes, es la cultura ancestral, el arquetipo que dirige la conducta y pensamiento de todos sus miembros. Existen valores arcanos, que vienen de la noche de los tiempos y son comunes a toda la Humanidad, y valores singulares, conjunto de respuestas dadas por una sociedad en particular a los retos cambiantes de su medio entorno. Cuando mayor es la experiencia, más allá de la cultura propia, mejor conocemos la realidad de las cosas. Se consigue cuando se sale del entorno más inmediato, estableciendo comunicación con otras gentes de diferentes costumbres, con diversas formas de entender la existencia. Los medios de comunicación influyen en este proceso. La comunicación enriquece la experiencia, pero para que sea de variadas tonalidades, y no se encierre en un color único, ha de ser abierta, estar basada en un proceso libre de prejuicios. Siempre se ha de buscar comprender la realidad con un criterio propio, intentando no limitarse a las influencias culturales adquiridas.
Todo pensamiento es controlado por los registros culturales adquiridos en el seno de una sociedad definida