Recuerdos de mi niñez

Siempre se dijo que Salobreña tenía cuestas, muchas cuestas. Los que vivíamos en la calle Cristo, cada vez que subíamos, siempre decíamos voy “al pueblo”. Hay ocasiones en que llevamos el conocimiento a cuestas sin darnos cuenta. No sé la de veces que he subido y bajado estas cuestas y otras muchas, pero sí recuerdo hacerlo siempre con alegría y jolgorio, pues aquellos años eran de eso, de felicidad máxima. Cuando el camino se hace cuesta arriba, cuando las cosas andan mal, como a veces sucede, no lo dejes, no abandones, sigue subiendo “al pueblo”. Allí te espera siempre! Recuperemos la sonrisa, pues la cintura ya está pérdida. Mirar, después de tanta gilipollez con los juramentos de los políticos, después de leer algunas tonterías de gente que se sigue creyendo el ombligo del mundo y aún tienen el culo cagado. Siempre igual, dando explicaciones de por qué dices esto o aquello, sabeis una cosa, lo más bonito del mundo es ser diferentes, pero querer hacer el rompecabezas, jolines dejemos las cosas como están. Hace unos días, todo el mundo ponía la foto de su Madre, pues la industria le recordaba que era “el día de la Madre”. Craso error, todos los días son el día de mi Madre y como por desgracia pude disfrutarla tan poco tiempo, he visto esta tinaja y enseguida me he acordado de ella. De aquellos años 60, en donde no había agua corriente en las casas, fíjate, la tinaja se llenaba con agua fresquita de la fuente de Andrés Díaz y mi Abuela Laura, mi segunda Madre, me daba agua con el jarrillo de aluminio abollonado y cogido con una guita. Benditos recuerdos todos los días de mi Madre y de mi Abuela..

Antonio Luis Gallardo (e-mail)