El Día de la Cruz

Cada uno celebra las cruces y su cruz como mejor puede y es feliz. Yo, como buen granaíno, nacido en Salobreña y residente ya no se sabe si en Granada, Almería y Roquetas de Mar. Celebro el día de la Cruz , siempre con muchos recuerdos De siempre fui muy fiestero y quise que mis Hijas disfrutaran y conocieran las fiestas de toda la vida, Navidad, San Cecilio, Semana Santa, Virgen de las Angustias y por supuesto el Día de la Cruz. Esos días señalados en el almanaque eran días de obligado cumplimiento y nos echábamos a la calle desde primera hora de la mañana hasta que alguna de mis Hijas caía rendida y se dormía, otros días caían las dos y teníamos que volver a casa desde el Albaicín con ellas en brazos y en brazos no de Morfeo, sino de su padre o de su madre Pero quién dejaba de comer las riquísimas habas, saladillas, tocinillo y sobre todo la mejor compañía. Se me olvidaba el gazpacho y papas a lo pobre de Leo y Pepi, en la Residencia “Huerta del Rasillo”. Granada es y era la típica ciudad que se recorre andando poco a poco y con estaciones y paraditas en ada barrio o esquina. Allí sentabas tus aposentos y degustabas el tapeo preparado a tal fin. Claro está que cuando volvías, además del peso de cada una de mis Hijas, llevaban un revoltillo en la barriga de mira y no me achuches mucho, por si acaso. El tiempo me ha demostrado que, afortunadamente cada pueblo o rincón va asumiendo sus tradiciones. Almería, hubo un tiempo que, apenas tenía tradición con las cruces y ahora es una gran fiesta. Igual pasa en mi pueblo de adopción Roquetas de Mar. No debiéramos perder nuestras raíces, costumbres y tradicciones pues ahí radica nuestra señas de identidad como pueblo.