TIEMPO DE HÉROES
EN el siglo actual la técnica se ha convertido en el nuevo dios. Ya anunció Nietzsche el triunfo del hombre sobre la Divinidad, su asalto al Olimpo para conquistar el tiempo, su deseo de sentirse autosuficiente y crear el Paraíso en la Tierra. Para ello se ha de romper la tradición secular, la cultura que la sustenta, y diseñar una nueva sociedad que permanecerá en un futuro cerrado, unidireccional, sin escapatoria hacia otra forma divergente de pensamiento. La técnica, sublimada en la Inteligencia Artificial, es la nueva religión.
Pero la Humanidad no toda piensa así, pues el proyecto que los nuevos Titanes le ofrecen está alejado de su naturaleza azarosa, sometida al cambio permanente en el mismo ciclo perpetuo. La intuición, la fortuna, lo inesperado, son consustanciales con la vida humana.
Hay quienes estoicos soportan el signo de los tiempos, presentado por aquellos que dicen ser el futuro, los cuales proponen una era sin retorno, suplantadora de la realidad anterior.
Mientras, estos héroes hacen vigilia, ausentes de su tiempo, ignorando el desplome de la luz, que postrada está ante el imperio del sol negro. Trabajan por preservar
los tesoros del abatido reino de la cultura clásica, ofreciendo algunos nuevas rutas, buscando obtener soluciones que superen lo ofrecido por los Titanes. Viven y trabajan a su aire, crean, se equivocan a veces, pero tienen clara la idea del futuro que anhelan.
El rigor del entorno no les afecta, luchan indolentes, les da igual conocer el resultado final, sólo luchan, es la opción de su existencia, viviendo en una eterna aventura, tras la quimera de su victoria final. No conocen el desánimo, habitan en un sueño infinito. Hace frío, el aire bate con brío la tierra entera, todo es ceniza; ambiente gélido, es el panorama que arropa esta etapa. La oscuridad de los días atrapa el pensamiento, las tardes son pesadas y tristes, las noches pavorosas, solo los lemures y parvas recorren el éter negro.
Es por lo que el escritor, y pensador alemán, Ernst Jünger decía: “El siglo venidero pertenecerá a los titanes, mientras que los dioses perderán aún más su prestigio. Como acabarán volviendo, como han hecho siempre, el siglo XXI será, desde el punto de vista del culto, un eslabón intermedio, un ínterin.”
Es tiempo de enclaustrase en uno mismo y esperar el futuro. Hay que tener la suficiente esperanza para atravesar los ríos del Averno, y no dejarse sorprender por los que proclaman nuevos tiempos creadores. Es el tiempo de los héroes.
Es tiempo de enclaustrase en uno mismo y esperar el futuro. Hay que tener la suficiente esperanza para atravesar los ríos del Averno