Podía haber sido alcalde

Érase una vez un muchacho llamado Pedro Ruiz de la Rica, que trabajaba en la celulosa de Motril. Cada día que salía le gustaba echar unos cartones al bingo y cuando llegaba a Salobreña se sentaba conmigo en el escalón de mi casa en la calle Fábrica Nueva. Allí estaba este jubilado cada día leyendo el periódico que compraba en Paquito Franco. Hablábamos de todo y con el tiempo llegué a tomarle cariño. La vida da muchas vueltas y se casó con Inmaculada Almendros, hermana de mi querido Pepe Almendros, Hija de María dueña del Restaurante La Bahía.. Con el tiempo ha conseguido colocar a La Bahía a la cabeza de los negocios hoteleros de la playa. Pero de golpe y porrazo me da el susto que se presenta como candidato a la alcaldía de Salobreña, por el partido “Más Costa Tropical de Salobreña, Lobres, La Caleta y La Guardia”. El nombre del partido hay que apuntarlo. Qué puedo decir yo de este personaje, trabajador, humilde, formal y con ganas, muchas ganas de que Salobreña por fin despegue de este largo letargo. Ánimo pues a conseguirlo y que yo pueda verte y darte un fuerte abrazo. Hoy ha tocado subir por la Cuesta Gomeras camino de la Alhambra o quizás solamente para ir y sentarnos en un banco de los Jardines y leer un libro. Esta calle siempre me ha gustado pues tiene un sabor especial y hace años estaba llena de artesanos de la guitarra, la taracea. Hoy aunque pocos, se están perdiendo y las casas convirtiendo en pensiones. Subir por esta calle y pasar por la Puerta de las Granadas y empezar a oír el rumor del agua que baja por los arriates y el olor a jazmín es un placer único.. Veo mucha hombre con flores y pocas mujeres con cajas de cerveza. Seguimos muy lejos de la igualdad.

Antonio Luis Gallardo

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