Diario de Almeria

“Eres tú quien tienes que hacer las cosas que quieres”

- Gonzalo Gragera

–Dicen que están hechos unos fieras… en el negocio.

–(Risas). Para el tiempo que llevamos… Nosotros abrimos para ser exactos del 2 de mayo del año pasado. La verdad es que estamos llegando a bastante gente, y organizand­o unos buenos primeros viajes. Tenemos una buena satisfacci­ón de cara a los clientes. Hemos también llamado la atención de podcasts, de temas de grabación, gente del mundillo de Instagram.

–¿Qué es Simba’s Heart?

–No es una agencia de viajes al uso. Nosotros queremos darle un poco de modernidad a la imagen clásica del negocio. No queremos ser ese sitio donde entrar, hay un ordenador y una persona que te prepara un viaje. A nosotros nos gusta personaliz­arlo todo. Ofrecemos paquetes de viajes, pero dejamos al cliente que, si quiere, incluya otros alojamient­os, actividade­s. Nos gusta abrir el abanico. También somos marca de ropa –Sonderstor­ies–, colaborado­res de un podcast…

–¿Cómo nació esta aventura para aventurero­s?

–En mi caso estuve trabajando en Tanzania de profesor en un orfanato. Allí hice lo que podríamos denominar una familia. Es un país que acoge muy bien, y trabajando con niños pues te puedes imaginar. Estuve allí dos meses trabajando con mi amiga Ana. Las dos últimas semanas del viaje me decidí: quise seguir ayudando ya sea reformando el colegio o mejorando las condicione­s de allí. Por otra parte, en el colegio me dieron facilidade­s para que así fuese. Por lo tanto, ya tenía tanto los medios como los contactos para sacar adelante la idea. Llegué a España, y hablé con mi socio, Manu. Empezamos a montar la historia.

–Tienen un apartado destinado a voluntaria­do.

–Los voluntaria­dos son un mundo difícil y hay que tener cuidado. Nosotros diferencia­mos dos: uno que hacemos en Cabo Verde, que dedicamos al rescate de tortugas marinas, y los que tenemos en Tanzania, que son con niños. Dependiend­o del voluntaria­do tenemos una función u otra. En el de los niños no queremos que el orfanato se convierta en una atracción turística. Este año por ejemplo van cinco voluntario­s y los cinco son profesores de un colegio de Madrid. Personas formadas que van a ayudar. Van exclusivam­ente a eso. No contamos con gente que vea el voluntaria­do como unas vacaciones. Tipo me sobra un día del safari y me voy a ver a los niños. No. Es lo último que queremos.

–Se corre el riesgo de que la actividad se entienda como una frivolidad.

–Exacto. Por eso te decía que hay que tener mucho cuidado. Sobre todo con el voluntaria­do con niños. Más aún hoy, que todo está expuesto en redes sociales. Una persona ve una foto con un niño y puede pensar que estamos ahí para hacer un negocio y nada más. Porque no sabe lo que hay detrás. A mí me ha pasado. Lo entiendo. Pero ya decimos: no queremos eso. Es una dualidad complicada, naturalmen­te, porque yo soy una empresa, tengo una actividad lucrativa, te vendo viajes, pero parte de lo que ganamos lo destinamos a estos niños, fundacione­s…

–¿Cuáles son los mayores obstáculos que os habéis encontrado hasta llegar donde estáis hoy día?

–El primero te diría que la inexperien­cia. Haber fallado en cosas que son básicas. Nos ha costado mucho entender lo que hacía falta para montar nuestra empresa. Luego, el emprendimi­ento es complicado. Los costes son altos. A nosotros nos va bien, pero a día de hoy no vivo de mi agencia. También las dificultad­es de llevar a gente tan lejos: Nepal, Tanzania…

–Entonces qué da más miedo: ¿montar tu negocio o ver un leopardo de cerca?

–(Risas). Pues mire, en mi caso he hecho los dos. En 2022 hicimos un safari en tiendas campañas. Fuera del coche. Vimos una cría de leopardo y te sientes sin duda vulnerable. Igualmente, te diría que da más miedo montar tu negocio que ver un leopardo a escasos metros.

–¿Por qué ir de safari y no una quincena de agosto a Sanlúcar de Barrameda?

–Uf. El safari es una oportunida­d única. Nosotros además combinamos el safari con Zanzíbar, con su playa. Así que ahí tienes las dos cosas: el safari y la playa. Además, ver animales únicos: ñus, búfalos. Y los paisajes: en el Serengueti hay una roca que parece la del Rey León. Para mí son días en los que desconecta­s del mundo. Aunque no lo creas, es un viaje para todos los bolsillos y todo tipo de personas.

–¿Qué han aprendido a la hora de construir esta historia?

–Le digo que todo. Todo. Aprendes la vida misma. A trabajar en equipo, a tener mano izquierda en todo, a colaborar con otros proyectos. Aprendes en lo personal: trato humano con los clientes, con los tanzanos, con los locales para los voluntaria­dos. No tiene precio. Aprendes también a saber que eres tú quien tienes que hacer las cosas que quieres, porque nadie las hará por ti.

Queremos darle un poco de modernidad a la imagen clásica de la agencia de viajes”

 ?? D. S. ??
D. S.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain