Diario de Cadiz

Cien años de Rita Hayworth, el icono que se resistió a ser únicamente ‘Gilda’

Un libro recuerda la vida y la trayectori­a de la actriz con motivo del centenario de su nacimiento

- M. Tsanis (Efe)

Antes de convertirs­e en uno de los mayores mitos de la historia del cine gracias a la pelirroja explosiva de Gilda, Rita Hayworth (19181987) ya había filmado más de dos tercios de su filmografí­a, muchas de ellas películas de serie B que explotaron el estereotip­o de belleza exótica y latina.

Con motivo del centenario de su nacimiento, que se cumple el próximo miércoles, se acaba de publicar El universo de Rita Hayworth (Notorius Ediciones), un volumen en el que una veintena de autores analizan la trayectori­a de la actriz y las claves de su vida.

Lo suyo fue una auténtica carrera de fondo, en la que estuvo a menudo manipulada por los hombres a los que amó, empezando por su padre, el bailarín español Eduardo Cansino. La vida de Hayworth estuvo marcada por acontecimi­entos extremos: fue la más deseada, pero en la intimidad rechazaba la etiqueta de icono erótico y soñaba con dejar el cine; también fue la primera actriz de Hollywood que se convirtió en princesa (al casarse con Ali Khan) y la primera celebridad que padeció alzhéimer.

Su primer marido, Edward Judson, con quien se casó con sólo 18 años para escapar de su padre, se encargó de su primer cambio de imagen, incluido un doloroso proceso de eletrólisi­s para modificar el lugar de nacimiento de su cuero cabelludo, y movió cielo y tierra para convertirl­a en una estrella. Fue él quien le consiguió su primer contrato con Columbia, pero también la dejó casi en la ruina cuando ella pidió el divorcio.

Fue la más deseada, pero en la intimidad odiaba esa etiqueta y soñaba con dejar el cine

La actriz decía que los únicos papeles con los que se sentía identifica­da eran los de las películas que hizo con Fred Astaire, en los que interpreta­ba a chicas ingenuas, trabajos que a la actriz le dieron más satisfacci­ones personales que Gilda o La dama de Shangai.

Pero fue sin duda Gilda (1946) el título que la consagró como una estrella de Hollywood. Su impacto fue tal que hasta el Ejército de EE UU bautizó con su nombre e imagen la bomba atómica lanzada el 1 de julio de 1946 sobre el atolón de Bikini.

La dama de Shangai (1947), obra cumbre del cine negro y otra de sus películas más recordadas, se filmó cuando Welles y Hayworth llevaban ya dos años separados. La cinta, en la que sorprendió con un rubio platino espectacul­ar, no tuvo éxito comercial en su momento.

Hayworth tuvo que pelear mucho para ser respetada como actriz, pero lo logró gracias a interpreta­ciones como La bella del pacífico (1953), adaptación de la obra de Somerset Maugham, o Mesas separadas (1958), donde interpreta a una altiva ex modelo en horas bajas y que, según dijo, era el papel que llevaba esperando toda su vida.

 ?? EFE ?? Rita Hayworth (1918-1987).
EFE Rita Hayworth (1918-1987).

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain