La provincia cerró el año de la pandemia con 4.500 parados más respecto a 2019
● La tasa de desempleo roza el 25% mientras que la cifra de ocupados crece en 10.000 personas
La provincia de Cádiz cerró el ejercicio de 2020 con una tasa de paro del 24,9%, tres puntos más que en el tercer trimestre del año, según revela la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Es la tercera provincia con un peor registro en lo que a tasa de paro se refiere, sólo superada por Las Palmas (25,8%) y Ceuta (26,7%), y rebasando en casi nueve puntos la media nacional (16,1%). Estos datos evidencian los efectos económicos de la pandemia del coronavirus.
El número de parados se elevó en 4.500 personas en el conjunto de la provincia gaditana respecto al anterior trimestre, hasta los 142.400 desempleados, lo que supone la cifra más alta desde el primer trimestre de 2019. Es la segunda vez desde el año 2008 en la que Cádiz acaba el ejercicio con una tasa de paro inferior al 25%, aunque en esta ocasión es apenas por una décima.
La ocupación también presenta una evolución negativa. La provincia de Cádiz destruyó casi 14.000 empleos en el cuarto trimestre del año pasado, con lo que el número de personas con trabajo se redujo a 430.600. Este dato revela una vez más la estacionalidad del empleo generado en la temporada de verano, donde se concentra el pico de la actividad del año, pero que no ha tenido continuidad en los meses siguientes.
A ello se suma que en el tercer trimestre de 2020 se registró el mejor dato de ocupación desde el verano de 2008, lo que demuestra no sólo que la economía se reactivó con fuerza tras el confinamiento, sino la reincorporación de trabajadores que en los meses anteriores se habían visto afectados por un ERTE.
Un tercer factor a tener en cuenta es que a partir de noviembre la Junta de Andalucía aplicó nuevamente restricciones a la movilidad y a la hostelería, lo que afectó especialmente a una provincia tan dependiente del turismo como es Cádiz.
Pese a ello, se trata del mejor cierre del año desde 2008, cuando la ocupación de Cádiz se situó en 434.600 personas. Precisamente, hay que recordar que el INE no considera desempleados a los afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).
Estos datos son diferentes a los registros del Servicio Andaluz de Empleo (SAE), que arrojaron en diciembre más de 183.000 parados en la provincia. Sin embargo, no son comparables ya que la metodología es diferente. Mientras la EPA se basa en una encuesta y es una media trimestral, los datos del paro del SAE se basan en los inscritos en las oficinas de empleo y las cifras de afiliados a la Seguridad Social.
La población activa –que comprende a los ocupados y a los desempleados que buscan trabajo– suma 11.000 integrantes más respecto al tercer trimestre y engloba a 573.500 personas. Esto lleva a que la tasa de actividad –la relación entre la población activa y el conjunto de la sociedad– se sitúe en el 55,1% de la población, cuatro puntos más que en el anterior trimestre.
La tasa de empleo –la relación entre el número de ocupados y la población en general de más de 16 años, activos o no– retrocede un punto en relación al trimestre anterior, hasta el 41,4%, siete puntos por debajo de la media española. Es el tercer peor registro de toda España tras los datos aún más negativos de Huelva (39,7%) y Ceuta (41%).
Por su parte, la población inactiva –que comprende a la población mayor de de 16 años que no trabaja ni busca empleo, como
estudiantes, pensionistas, incapacidades o amas de casa– disminuye en casi 8.000 personas, hasta las 464.000. Esto supone que Cádiz vuelve a unas cifras normales después de que los inactivos se dispararan por encima del medio millón en el segundo trimestre de 2020, coincidiendo con el confinamiento decretado tras el estallido de la pandemia de coronavirus.
Hay que recordar que la EPA del segundo trimestre del año pasado arrojó una sorprendente bajada del desempleo por la metodología que aplica el Instituto Nacional de Estadística, ya que muchos desempleados fueron registrados como inactivos durante el confinamiento al no cumplir las dos condiciones básicas para que se les considere parados: la búsqueda activa de empleo, algo imposible en muchos casos al estar las empresas cerradas; y la disponibilidad para trabajar, inviable para muchas personas debido a que han tenido que hacerse cargo de dependientes, fundamentalmente menores.
Sólo Las Palmas y Ceuta acabaron el año con una tasa de paro superior a la de Cádiz
Pese a seguir a la cola del país, se trata del mejor cierre del año en Cádiz desde 2008
A pesar de que los últimos tres meses del año han sido buenos para Andalucía en lo laboral, el balance del año es malo. A la región aún le queda mucho para recuperar lo perdido por la pandemia y termina 2020 con 83.300 parados más y 53.000 puestos de trabajo destruidos. Al cierre del año, hay 3.083.000 parados y 907.200 desempleados en la comunidad, según la Encuesta de Población Activa (EPA) que elabora el INE.
Con respecto a la media española, la región sale mejor parada, con una caída del empleo del 1,69% (3,12% de media) y un alza del 10,12% del paro (16,54% en España), y esto se debe en gran parte a que sectores como agricultura, construcción, industria y servicios públicos han ejercido de contrapeso frente al hundimiento del comercio y la hostelería.
La crisis deja un panorama en el que no todos son afectados por igual. Hay claros perdedores. Lo son, por ejemplo, los que menos tiempo llevan en el mercado laboral. Entre los menores de 45 se han perdido 100.500 empleos y entre los que tienen más, al contrario: se ganan 47.200. Eso enlaza directamente con el hecho de que son los trabajadores temporales los que sufren más la pandemia, al dejar de trabajar 53.800 en Andalucía mientras que la ocupación indefinida se reduce únicamente en 500.
También baja la calidad del empleo, como se demuestra en el hecho de que 75.800 personas dejaron de trabajar a tiempo completo en la región en 2020 y 22.800 empezaron a hacerlo a tiempo parcial, aunque esta situación parece que se revierte algo en el último trimestre del año. Las mujeres también son perdedoras: de los 53.000 empleos destruidos, 43.000 tienen sexo femenino.
En cuanto a los sectores, ya están en verde la agricultura (+16.800), la industria (+1.000) y la construcción (+6.100 en un año) pero los servicios siguen en números rojos. Hay 76.900 empleados menos en este sector y todo se concentra en comercio y hostelería: este subsector ha perdido 97.500 trabajadores. Sólo los servicios públicos (+23.700) consiguen amortiguar este hundimiento de los servicios.
Por provincias, el ritmo de recuperación tras el hundimiento de los primeros meses de la pandemia es desigual. Cuatro recuperan el empleo de 2019 –Cádiz, Córdoba, Jaén y Málaga– pero en ninguna baja el paro y en seis sube más de un 10%: Almería, Córdoba, Jaén, Málaga y Granada, en este último caso más de un 27%.
En cuanto al último trimestre del año, Andalucía baja el paro en 25.100 personas y crea casi 100.000 empleos (97.700), la inmensa mayoría de la agricultura (63.800) por la campaña del olivar y de los servicios públicos (41.300), en los que se incluyen educación, sanidad y servicios sociales. El comercio y la hostelería, sin embargo, no levantan cabeza y pierden 38.200 empleos pese a la campaña navideña. Es prácticamente el único sector que se desangra. Casi todos los demás, al margen de agricultura y servicios públicos, avanzan en la recuperación.
A nivel nacional, el impacto de la pandemia del Covid-19 en el mercado laboral rompió en 2020 con la creación de empleo de los
Agricultura y servicios públicos copan la creación de empleo en el último trimestre
Comercio y hostelería pierden casi 40.000 trabajadores pese a la campaña de Navidad
seis últimos años, destruyendo 622.600 puestos de trabajo, y elevó, tras siete años de descensos, la tasa de paro hasta el 16,1 %.
Y pese a las medidas puestas en marcha para contener la destrucción de empleo, los ERTE, el año pasado 527.900 se sumaron al paro, marcando el mayor incremento desde 2012, mientras que otras 94.700 personas se fueron a la inactividad.
A pesar del mal año para el empleo por la pandemia, en el cuarto trimestre de 2020 la situación mejoró con respecto al tercero, con 3.100 parados menos, hasta los 3.719.800, y 167.400 ocupados más, hasta los 19,34 millones, entre ellos los 500.000 incluidos en un ERTE.