Otro aniversario de Carlos Cano que pasa desapercibido en Cádiz
El madrileño festival Inverfest sí recordó ayer al músico con Téllez, Ruibal y Pasión Vega
El 28 de enero de 1946 llegó a este mundo el gran renovador de la música española, el estandarte del mejor andalucismo, el cantor con todo un pueblo en la garganta, el granadino de corazón gaditano, Carlos Cano. 75 años se cumplieron ayer de su nacimiento, 20 se contaron de su desaparición el pasado 19 de diciembre, dos aniversarios que han pasado completamente desapercibidos en la ciudad que eligió amar, Cádiz, aunque un pedacito de la tierra se hizo presente ayer en el festival Inverfest, de Madrid, donde sí fue recordado por artistas de primera línea de diferentes generaciones.
María Rozalén, Pedro Guerra, Marwan, Kanka, Andrés Suárez, Toni Zenet, Álvaro Ruiz, Pablo Cano y, poniendo el acento de Cádiz, Javier Ruibal, Juan José Téllez y Pasión Vega (gaditana por derecho propio) recordaron al intérprete de las Habaneras de Cádiz. Algunos de ellos, como Pasión Vega, Pablo Cano y Téllez también participaron en la gala que se celebró en septiembre en Chiclana en el 20 aniversario de la muerte del artista. Un homenaje que se insertó en el I Festival de Copla y Canción Ay, Chiclanera, que estuvo dedicado a Carlos Cano. El único gran tributo que se le ha rendido a su figura en la provincia.
La cita de ayer en Madrid estuvo conducida por el escritor y periodista Juan José Téllez, que también leyó “una carta póstuma que le dejó Carlos a su hijo, Pablo Cano, donde le anima a hacer de su vida un propósito de complicidades y armonías”, constató el gaditano.
Junto a él, toda una nómina de grandes cantautores e intérpretes entre los que estuvo Javier Ruibal. “Carlos Cano, el día que descubrió que era coplero, se liberó a sí mismo y también ayudó a liberar la copla de los viejos corsés”, acierta el portuense que opina que, entonces, “fue más feliz, hizo canciones más luminosas, se soltó a cantar fuera de los corsés que tenemos toda la cantautoría de siempre y no por eso dejó de ser un espíritu libertario”.
“Y no sólo fue un gran músico, también fue un gran poeta”, suma Téllez que recordó que en el tributo de anoche también se le rindió “tributo a la palabra de Carlos”. Una noche, como todas las de estos tiempos de pandemia, que comenzó en la tarde y que fue “complicada” de sacar adelante . Pero si se quiere, se puede.