La Línea más preocupante
● El Cádiz B firma una aceptable primera parte frente a la Balona en la que Nacho Miras evita que se adelante en el marcador ● Tras el descanso, vuelta a las andadas de los amarillos
Quinta derrota consecutiva del Cádiz B, en esta ocasión en La Línea (1-0), que le hace prolongar su peor momento en mucho tiempo y el más adverso desde que Juanma Pavón es el entrenador. El crédito del equipo amarillo se agota porque frente a la Balona de Antonio Calderón le faltaron argumentos y fortuna para haber sacado tajada. La dinámica cadista es horrorosa a nivel resultadista, pero es que tampoco las sensaciones del juego fueron ayer, en el derbi, esperanzadoras, sobre todo en una pobre segunda mitad en la que siempre estuvo más próximo un segundo tanto de los locales.
Juanma Pavón salvó como pudo las bajas en un equipo lleno de ansiedad por la complicada situación clasificatoria. Carrasco como lateral derecho y Gudelj en la izquierda fue la solución en los laterales, mientras que Boselli quedó como referente ofensivo al no estar Nieto.
La suerte fue esquiva a los amarillos nada más empezar, ya que un buen centro de Boselli desde la izquierda acabó en un balón que remató Chapela sacando Nacho Miras en una intervención de gran mérito porque apenas había distancia entre el golpeo del chiclanero y su capacidad para sacar unas manos prodigiosas. Esta acción resultó ser un buen reflejo a los primeros diez minutos del filial, que estuvo mandón y buscando la vía rápida para llegar al área linense. Los mejores instantes en el choque.
Sin embargo, la Balona empezó a reaccionar y avanzó metros en posesión y ataque. Koroma colgó para que Danese, de cabeza, rematara con poca repercusión, y el mismo Koroma aprovechó un error en la marca de Gudelj pero cabeceó alto. Fue la antesala a una gran ocasión blanquinegra y al 1-0. Primero Koroma dejó con el pecho y el chut de Paco Candela se escapó fuera, por poco, a la izquierda de la portería cadista. Después, el gol. Balón largo que gana la espalda de la defensa cadista y al que no sale a tiempo Juan Flere, por lo que Koroma mete con habilidad la punta de la bota para desviar la trayectoria del esférico y abrir la cuenta.
Antes del descanso se estiró el Cádiz B con más corazón que cabeza y fruto de ese empuje Javi Pérez conectó con Carrasco pero éste se topó con un acertado Nacho Miras, quien de nuevo puso de relieve su mejor versión. La polémica del primer periodo llegó con un gol anulado a Chapela, quien de cabeza remató perfecto pero el asistente entendió que estaba en fuera de juego. El epílogo a esta parte llevó la rúbrica linense con un tiro envenenado de Pito Camacho que despejó Flere y el rechace lo alcanzó el omnipresente Koroma si bien su tiro intencionado acabó en córner.
A la vuelta de vestuarios las prestaciones del Cádiz B bajaron y quedó, en parte, a merced de una Balona que no pasó apuros a partir de su seriedad defensiva y abrir el campo para buscar el área de Juan Flere. Lo cierto es que en todo momento estuvo más cerca el segundo tanto que el empate. Y quedó patente de esta manera en una combinación entre Koroma y Pito Camacho que a este último le quitaron de la bota cuando iba a fusilar a Flere; luego sucedió en un lanzamiento de Din tras rechace de la zaga amarilla; también en un error por arriba de Flere que cabeceó el local Carrasco a la cara externa del pos
te; y en un gol anulado a Pito Camacho por fuera de juego.
Los de Pavón agotaban cambios y dejaban una defensa de tres mientras buscaban cualquier jugada para colgar el esférico al área. Era el recurso ante la desesperación. Y no fue hasta el tramo final cuando trató de buscar el empate, esta vez en jugada, como hizo Boselli con un chut lejano que Nacho Miras, el mejor del encuentro junto a Koroma, detuvo en dos tiempos. También lo intentó Alberto Vázquez, pero se precipitó con un lanzamiento que se escapó muy alto.
Con el tiempo agotado, Boselli y Kensly demostraron la impotencia cadista tras perder un balón y lanzarlo al aire el primero con la perjudicial pérdida de tiempo para los suyos, y por una entrada dura del segundo en mitad del campo que no venía a cuento. Tarjeta amarilla para ambos.
Fue el epílogo más triste de un Cádiz B que sigue en caída libre y en una situación más que preocupante; eso sí, aún con dos encuentros menos. Según el calendario, el próximo rival es el Marbella en El Rosal, una cita a cara de perro para huir del peligro que supone pelear por evitar el descenso a Tercera.