Sin horarios, sin información, sin condiciones
Varios son los problemas que el turismo encuentra a la hora de buscar un contacto con el patrimonio religioso de la ciudad. Según la experiencia acumulada por la empresa SurTour, el primero de ellos es el horario. “El patrimonio sacro adolece de unos horarios muy dispares y poco uniformes, incluso de horarios que pese a estar establecidos se incumplen; y unos horarios que suelen ser muy cortos y que se reducen además al culto, lo que dificulta las visitas y la organización”, resume al respecto Javier Fornell. El segundo problema o déficit que señala este gaditano es de la falta de información y el desconocimiento de lo que hay dentro de las iglesias. “Entiendo que son iglesias y no museos, pero en muchos sitios dan información que ayuda a comprender lo que el visitante está viendo”, explica poniendo esta vez como ejemplo la iglesia prioral de El Puerto, “donde lo han hecho muy bien y están además recaudando fondos que emplean en la restauración del templo”. Y otro problema que tampoco ayuda a divulgar el patrimonio y a que se conozca más allá de las fronteras de la ciudad, incluso dentro de ellas, es las condiciones en el que se expone muchas veces. Falta de iluminación en las obras de arte, problemas de accesibilidad… Inconvenientes, en definitiva, que hacen aún más difícil el reconocimiento del valor patrimonial que esconden los muros de la mayoría de iglesias gaditanas y que supone, en definitiva, una oportunidad perdida para la propia ciudad.