Muere en el Clínico el detenido por el incendio en el Puerta del Mar
● Falleció en la madrugada de ayer en el módulo penitenciario del Clínico de Puerto Real
Rafael Romero Fernández, detenido como presunto autor del fuego en el hospital Puerta del Mar, que provocó la destrucción de la habitación en la que estaba internado y de una estancia contigua, falleció en el Clínico de Puerto Real, en cuyo módulo penitenciario se encontraba por orden de la juez que lleva el caso.
Enfermo de Covid y con una grave afección hepática, Romero Fernández, de 63 años de edad y vecino de Cádiz, en las últimas horas se encontraba hipertenso. Falleció sobre las cuatro de la madrugada del domingo.
Debido a su delicado estado de salud, la juez había ordenado el ingreso provisional en el módulo penitenciario ubicado en el Hospital de Puerto Real, al que había sido trasladado en la misma noche del día del incendio.
La juez encargada del caso, del Juzgado de Instrucción número 1 de Cádiz, recibió el atestado policial y procedió a tomar declaración al detenido a través de vídeo conferencia, tras lo cual decretó, un día después del incendio, prisión provisional, comunicada y sin fianza, que debía cumplir por su estado de salud en el módulo penitenciario del centro sanitario puertorrealeño.
Los agentes que le detuvieron tras prender fuego a su habitación afirmaron a este periódico que parecía que “no era consciente, tenía la mirada perdida”.
Fue el 30 de enero cuando llegó al hospital con una nueva crisis hepática, la enfermedad que sufría. Tras realizarle una PCR dio positivo por Covid, por lo que se le internó en la zona de digestivos para pacientes con coronavirus, donde permaneció hasta la tarde noche del miércoles, cuando se produjo el incendio que se inició en su habitación mediante un mechero y aprovechando el gel hidroalcohólico como acelerador de la combustión.
El estado de esta persona, por los altos niveles de urea en la sangre, ya se consideraba muy delicado entonces. No sólo por el Covid sino por la cirrosis que sufría y el agravamiento del daño renal, hasta el punto de que hace una semana se decidió que era mejor no someterlo a sesiones de diálisis ante la posibilidad de que no la soportara.