Cerrojazo de urgencia
● El conjunto amarillo, con varias bajas de peso, apela a la recuperación de la solidez para frenar la sangría de goles en contra y explorar desde la defensa el reencuentro con la victoria
El Cádiz CF busca la salida del atasco en el que se ve envuelto en un complejo arranque de una segunda vuelta en la que aún no ha sumado. Es el único equipo que aún no lo ha hecho y afronta su cuarta tentativa. Tras caer 41 en el feudo de la Real Sociedad, regresa a su hogar, una vez más sin el arrope presencial de su gente, para enfrentarse al Athletic de Bilbao, uno de los históricos del fútbol español. El cuadro vasco llega después de empatar (1-1) en casa ante el Valencia. La cita está programada para el lunes 15 de febrero en el estadio Carranza a partir de las nueve de la noche en la clausura de la 23ª jornada.
El conjunto amarillo pretende cerrar una semana convulsa que ha tenido como eje las decisiones arbitrales en su contra que viene sufriendo a lo largo de la temporada. El vaso de la paciencia del club rebosó en San Sebastián y el presidente, Manuel Vizcaíno, envió una carta a su homólogo en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, en la que le pidió que arregle el VAR. Vizcaíno también hizo declaraciones en diversos medios de comunicación que derivaron en la apertura de un expediente por parte del Comité de Competición.
El Cádiz CF ya sabe que tiene que luchar contra interpretaciones que le están perjudicando. Son hechos constatables que sitúan el crédito del arbitraje español en uno de sus picos más bajos. Si ya es complicado el objetivo de la permanencia por su condición de equipo pequeño, con
escasos refuerzos en el mercado invernal, todavía más difícil con situaciones extrañas. Pero el equipo no va a bajar los brazos. Ya venció al Athletic en San Mamés de manera heroica (con dos jugadores menos), pero nada tiene que ver aquel partido con el de ahora.
Además de preparar el partido en el terreno futbolístico, la plantilla se ha mentalizado esta semana para intentar que no le afecte lo que pueda indicar el árbitro y el VAR. La fortaleza mental será más importante que nunca para no desviarse del camino.
Ganar es el reto ante un rival al alza desde la llegada al banquillo de Marcelino García Toral, aunque no termina de enderezar el rumbo en la Liga. Otro adversario de calado tras el Sevilla, el Atlético de Madrid y la Real Sociedad que colocaron al Cádiz CF en la dura realidad con derrotas contundentes.
Los anfitriones encaran el choque con cinco bajas que dejan al entrenador, Álvaro Cervera, con escaso margen de elección en el centro de la defensa y la media. Carlos Akapo, Jens Jonsson, Augusto Fernández y Álex Fernández no están disponibles por problemas físicos. Marcos Mauro cumple sanción. Es el primer partido sin Jonsson, una ausencia de peso cuando más necesitado está el equipo. El técnico hará un mínimo de tres cambios en la alineación en relación a la que desplegó en el Reale Arena. La prioridad absoluta es dejar la portería a cero después de la sangría de goles en contra (once en los últimos tres envites).
Así lo anunció el viernes el preparador cadista, que dentro de sus posibilidades diseña un once armado hasta los dientes para proteger la zona trasera y tratar de garantizar el menos un punto.
Varios rivales directos han fallado y el Cádiz CF tiene una buena oportunidad para aumentar la distancia sobre la zona de descenso. Dispone de tres puntos de renta que podría ser seis en caso de victoria. Baja un puesto antes del partido, pero puede escalar hasta la undécima plaza. Para ello debe recuperar la solidez extraviada en los últimos tiempos.