¿Cuánto dinero ha dejado de ingresar una agrupación?
● La reducción del número de contratos por el coronavirus y la suspensión del Concurso merman el dinero que los grupos perciben
Es innegable que el coronavirus está provocando un enorme perjuicio económico debido a las restricciones que están vigentes con el objetivo de derrotar al COVID19. Casi todas las actividades económicas se están viendo afectadas por estas medidas. Una crisis que también se está notando en el mundo del Carnaval. Todos los participantes en la fiesta han visto mermados sus ingresos. Desde los artesanos hasta los propios integrantes de las agrupaciones se han visto perjudicados por un situación que se mantiene desde el pasado mes de marzo, momento en el que se decretó el confinamiento en los hogares. Incluso, la hostelería y el sector hotelero también están notando indirectamente la suspensión del Carnaval al dejar de recibir clientes por esta fiesta.
Pero los principales protagonistas son los autores y los integrantes de las agrupaciones, que son los más perjudicados al dejar de tener una serie de ingresos importantes. Estos son variables según el tipo de agrupación, ya que hay grupos que se dedican a la fiesta de una manera más profesional, para otros supone una importante ayuda económica que complementa los ingresos familiares por el trabajo fuera de la fiesta, mientras que para la mayoría lo que se genera alrededor de una agrupación sirve para financiar el tipo y cubrir los gastos que supone estar en la calle durante una semana.
¿Cuánto dinero han perdido las agrupaciones a causa de la pandemia? Esta pregunta es muy difícil de contestar porque existen muchas variables entre todos los grupos, además de que todos los años no se obtienen los mismos ingresos, ya que estos pueden depender, por ejemplo, del premio que se haya obtenido, la trayectoria anterior, la modalidad o el gusto del público por determinada agrupación sea cual sea el puesto conseguido. Incluso, entre agrupaciones premiadas pueden existir importantes diferencias en función de los seguidores que tengan. Aun así, sí se puede realizar una ligera aproximación sobre lo que puede ingresar un conjunto carnavalesco.
El primer aspecto que hay que tener en cuenta en referencia a los beneficios que obtienen las agrupaciones es el propio Concurso del Gran Teatro Falla. En él se generan una serie de ingresos en función del puesto que se alcance. En el pasado certamen de coplas, la cuantía de los premios fue la siguiente: en coros, el primer premio consiguió 7.800 euros; el segundo, 5.500 euros; el tercero, 5.000 euros; el cuarto, 3.850 euros; y el primer accésit, 3.250 euros. En chirigotas y comparsas, el primer premio se llevó 4.800 euros; el segundo, 3.500 euros; el tercero, 3.000 euros; el cuarto, 2.500 euros; y el primer accésit, 2.000 euros. En cuartetos, el primer premio obtuvo 2.400 euros; el segundo, 1.750 euros; el tercero, 1.600 euros; el cuarto, 1.300 euros; y el primer accésit, 1.000 euros. Estas cuantías están sujetas a las retenciones oportunas de Hacienda.
Además de los premios, otros ingresos importantes relacionados con el Concurso del Gran Teatro Falla son los derechos de televisión que pagan tanto Onda Cádiz como Canal Sur, como la publicidad estática que se coloca en el escenario durante las actuaciones. En este sentido, los primeros
Los premios o los derechos de televisión se han perdido por culpa del Covid-19
premios de comparsas y chirigotas de 2020 recibieron 15.109 euros netos de la unión del premio y los derechos de televisión, y otros 1.556,47 euros netos por la publicidad estática. A esto también hay que añadir la publicidad que gestionan las propias agrupaciones en soportes como el bombo, el decorado, el libreto o las redes.
Una vez acabado el Concurso del Gran Teatro Falla, los ingresos se diversifican. Por un lado, lo primero a tener en cuenta en la propia semana de Carnaval es la participación en los diferentes certámenes, algunos de ellos alrededor del propio COAC como el premio Coplas por Andalucía o la Aguja de Oro, y otros en la calle, como son los de las peñas La Estrella y Paco Alba, Unicaja, la ONCE o la Federación de Peñas y Entidades Caleteras. La cantidad de ingresos que una agrupación recibe por este motivo es incalculable porque no se puede establecer una media al depender de los diferentes jurados, aunque un grupo importante que consiga premio en una buena parte de ellos puede sumar un buen pellizco a sus ingresos. Sin embargo, varios grupos de los más importantes ya llevan años renunciando a estos concursos al dar mayor prioridad a los contratos.
Por otra parte, los ingresos más importantes llegan con las actuaciones que se producen en la propia semana de Carnaval y en el postcarnaval. Aquí, son las chirigotas y las comparsas las que prácticamente copan todos los contratos, siendo más residual la participación de coros y cuartetos. Dentro de las propias chirigotas y comparsas finalistas, se pueden establecer incluso dos escalas. En el escalafón más alto se encuentran las más demandadas por los aficionados, como pueden ser las comparsas de Antonio Martínez Ares o del tristemente desaparecido Juan Carlos Aragón, o la chirigota de Selu García Cossío. Estas pueden superar con normalidad el centenar de actuaciones desde marzo y hasta diciembre, cantando casi todos los fines de semana. Incluso, existen agrupaciones históricas, las consideradas verdaderos pelotazos, que han superado con creces el centenar de bolos. En un segundo escalón se encuentran otra serie de grupos potentes que pueden hacer en torno a 50 galas al año, contando con que cubren todos los fines de semana de verano –llegando a doblar en muchos de ellos–, además de contar con otras actuaciones sueltas en la semana de Carnaval y a lo largo del año.
Hay que tener en cuenta que el caché de las agrupaciones también es variable, ya que el precio que se pide por una actuación depende de cuestiones como la calidad del grupo o la localidad en donde se va a producir el espectáculo. Así, la cantidad que cobra una agrupación finalista por una actuación puede ir desde los 2.500 euros hasta los 4.000 euros. Incluso, en ocasiones especiales se puede superar esta cifra. Es menos habitual que las agrupaciones vayan a taquilla.
Si tenemos en cuenta los dos escalones citados anteriormente, y tomando como media un precio de 3.000 euros por contrato, un grupo con unas 50 actuaciones puede percibir 150.000 euros, mientras que uno que llegue al centenar puede obtener unos 300.000 euros.
Actualmente, la venta de CDs y libretos tiene mucha menor importancia al haber decaído considerablemente. Esto se debe a la importante exposición que tienen los repertorios en los medios de comunicación. De hecho, YouTube se ha convertido en un importante medio para que los aficionados revisen las coplas de manera gratuita. Sin embargo, se siguen editando más como tradición para tener el recuerdo y que los aficionados lo guarden en soporte físico. Por ello, el dinero que se ingresa por esta cuestión ya no es tan importante como lo era hace unos años, sirviendo en muchas ocasiones para cubrir los gastos de producción o los que un grupo tiene al viajar para cumplir con un contrato. Empiezan a tener presencia las agrupaciones en plataformas digitales como Spotify, aunque los ingresos son pequeños. Lo mismo sucede con el merchandising, que genera pocos beneficios que sirven para seguir fabricando productos que ofrecer en las diferentes actuaciones, por lo que su importancia también es mínima.
Aparte de esto, los autores también perciben a través de la SGAE los derechos por sus obras, aunque estos ingresos quedan desligados de las cuentas de una agrupación.
Todo puede parecer muy idílico si se empieza a sumar todas estas cantidades, pero ingreso no es igual a beneficio. Todas las agrupaciones generan una serie de gastos que hay que cubrir. El principal de todos ellos es la inversión que una agrupación debe realizar para participar en el Concurso del Gran Teatro Falla. Las agrupaciones punteras que lleven una gran puesta en escena pueden llegar a contar con un presupuesto que ronda fácilmente los 15.000 o 20.000 euros.
Otro aspecto importante es los gastos que se deducen de cada actuación. Las agrupaciones ya están mucho más profesionalizadas que hace unos años, por lo que están obligadas a constituirse en asociaciones culturales o, incluso, en empresas. Además, los componentes deben estar dados de alta en la Seguridad Social en cada una de sus actuaciones. Por ello, de la cantidad que cobran por un contrato hay que descontar el IVA, el IRPF y los seguros sociales. Asimismo, también en muchas ocasiones hay que quitar el transporte, el alojamiento –si fuera necesario– y el avituallamiento si estos gastos corren a cargo de las agrupaciones al quedar fuera del contrato. Por último, existen una serie de gastos superfluos –pero pequeños en cantidad– que se reparten a lo largo de todo el año, como son las cuerdas de las guitarras, los instrumentos o la bebida y la comida que los componentes consumen durante los ensayos.
Por ello, hacer una foto fija es imposible por la cantidad de variables que entran en juego, pero sí se puede hacer este acercamiento para tener claro por dónde vienen los ingresos y la cantidad de gastos que hay que sufragar.