Draghi apela al europeísmo
● El primer ministro italiano recibe la bendición del Senado tras formar un nuevo Gobierno con casi todos los partidos
El primer ministro italiano, Mario Draghi, apostó ayer por reforzar el europeísmo de Italia e impulsar las reformas que el país necesita y lleva postergando años en su discurso ante el Senado, que votó su confianza anoche.
El discurso de Draghi, que ha conseguido formar un Gobierno con el apoyo de todas las fuerzas políticas del país, con excepción de la ultranacionalista Hermanos de Italia, fue alabado unánimemente por los líderes de los partidos, que destacaron su capacidad para agrupar a partidos de diferentes ideologías por el bien del país.
Entre los que le apoyan está la formación ultraderechista Liga, de Matteo Salvini, quien en 2020 insistía en que la Unión Europea era una desilusión y que un referéndum sobre el euro sería “comprensible”; y el Movimiento 5 Estrellas (M5S) –aunque éste con grandes divisiones internas–, que en 2017 propuso una consulta popular sobre la moneda única, si bien en los últimos tiempos han dejado aparcado este debate.
Draghi dejó clara una cosa: apoyar a su Gobierno es “compartir la irreversibilidad de la elección del euro, la perspectiva de una Unión Europea cada vez más integrada (...). Sin Italia no hay Europa. Pero fuera de Europa hay menos Italia”.
El ex presidente del Banco Central Europeo y ex gobernador del Banco de Italia insistió en que el país fomente las relaciones estratégicas dentro de la UE con Francia y Alemania, pero también con España, Grecia, Malta y Chipre, con los que comparte la preocupación sobre cómo gestionar en común el fenómeno migratorio.
Italia también deberá reforzar lazos con Estados Unidos, participar en la mejora de las relaciones entre “la UE y Turquía, socio y aliado de la OTAN”, y en el diálogo con Rusia y China.
Una visión estratégica global para un país que tiene mucho trabajo que hacer a nivel interno.
Draghi dio un tirón de orejas a la clase política por posponer durante décadas reformas necesarias y les preguntó si están haciendo todo lo posible para “promover el capital humano, la educación, la escuela, la universidad y la cultura”.
El jefe del Gobierno recordó que Italia tiene que superar la crisis económica por el coronavirus, que según muchos organismos no cederá antes de finales de 2022, y aún así no se habrá recuperado por completo de las crisis de 2008 y 2011.
¿Italia trabaja por el bien de sus futuras generaciones? “Es una pregunta a la que debemos dar respuestas concretas y urgentes cuando decepcionamos a nuestros jóvenes al obligarlos a emigrar” para encontrar un trabajo –dijo– y cada vez que se aprueban desviaciones del gasto presupuestario que disparan la deuda pública a niveles estratosféricos “sin haber invertido de la mejor manera posible recursos que siempre son escasos”.
Roma calcula que en 2020 la deuda se ha situado en el 158 % del producto interior bruto (PIB) por el apoyo a empresas y familias penalizadas debido a la pandemia, muy lejos del 60 % que establece el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE, congelado temporalmente.
Mario Draghi Primer ministro italiano
La UE debe integrar, sin Italia no hay Europa, pero fuera de Europa hay menos Italia”