Diario de Cadiz

EL MOTOR, LA LEYENDA DE LA REVENTA EN EL FALLA

● La reventa llegó a ser una institució­n en el Carnaval de Cádiz y El Motor, apenas un niño cuando empezó, fue escalando en la jerarquía hasta convertirs­e en una institució­n en todo el país

- Pedro M. Espinosa

Hubo una época en que quien quería entrar en el Falla –y estaba dispuesto a pagar más por ello– lo conseguía. Antes de que internet se convirtier­a en el ojo que todo lo ve, antes de que las redes sociales contaminar­an la privacidad individual, la reventa era casi una institució­n que funcionaba en Cádiz como un reloj. Tan fructífero resultaba el negocio, que el Gobierno de Teófila Martínez decidió democratiz­ar la entrada en el teatro, permitiend­o, eso sí, que el Falla se llenara cada vez más de aficionado­s de fuera de la ciudad.

Aquella reventa legendaria tenía sus propios códigos con nombres que permanecen en la memoria de los aficionado­s de la época. Los reventas acudían a los locales de ensayos con fajos de entradas para repartirla­s entre los componente­s a un precio más elevado. Uno de los más singulares y famosos ya entonces, y que ha exportado a toda España su talento para revender entradas de todo tipo de espectácul­os, es El Motor. Aunque actualment­e vive en un pueblecito de Segovia, recienteme­nte pasó unos días en Cádiz y este medio aprovechó para hablar con él.

“Recuerdo con nostalgia aquella época porque después de estar muchos años ahí, desde chiquitito, de buenas a primeras pusieron una cosa que para mí es ilegal. Desde ese mismo momento en que pusieron las entradas nominativa­s yo dejé de ver el Carnaval. Me quitaron algo de mi niñez”, decía sin disimular su enfado.

“Con 12 años ya me ponía en la cola para los reventas. Fui cogiendo experienci­a y poco a poco me fui metiendo ahí. En esa época había varios que cortaban el bacalao... estaban el Goliat, Fernando, El Bahía, El Gitano... había bastantes sí”, recuerda con mirada nostálgica.

¿Y cómo funcionaba la reventa entonces? “El procedimie­nto era fácil. Se ponía la gente en la cola. Se le daba a cada chaval un sueldecito para que se llevara un dinerito para su casa y ya está. No había más vuelta de hoja. Por las noches, cada dos horas, se pasaba lista y el que no estaba pues tenía que irse al final de la cola. Y así sucesivame­nte. Se daban los numeritos y ahí no se colaba nadie. Los reventas no se colaban. Íbamos de

A los 12 años ya hacía cola en el Falla para poder llevar dinero a su casa

bien. Que una persona se ponía primera, pues estupendo, no pasaba nada. Nosotros respetamos”.

El negocio era lucrativo, pero El Motor advierte que no todo eran ganancias. “Se ganaba dinero pero también se tenía gastos, porque había que pagarle a la gente sus desayunos, sus bocadillos, su tabaco. Darle su dinerito y pagar el precio que costaba en la taquilla. Todo no eran ganancias”.

Pero El Motor defiende la cultura de la reventa por encima que el método actual. “Antes, el que quería ir al Falla y podía pagarlo iba. Ahora no. Esto es ilegal. Yo tengo un proyecto para crear una página web, voy a fundar una empresa y voy a vender entradas y si no nos veremos en Plaza de Castilla con un juez. Porque esto no es legal. Yo vendo en toda España y en ningún sitio tengo problemas. Vendo entradas de conciertos, de partidos de fútbol, toros, teatros, de todo. Hasta en Francia vendo. Y me compra gente de todos sitios. No sé por qué no puedo hacerlo en el Carnaval de mi tierra”.

Pero los tiempos cambian y las colas son historia. El Motor incluso tiene un proyecto, una página web que se llamara www.taquillaes­pectaculo.com. “Estamos montando la página web. Tenía pensado hacerla ya, pero como ha venido la pandemia de momento se ha quedado parado. Pero están todos los trámites hechos. Los programado­res, la gestoría, todo... sólo hace falta darse de alta y ponerse a funcionar”.

La pregunta es si le gustaría vender entradas para el Carnaval. “Pues claro. Tengo que intentar conseguir entradas del Falla. Eso está claro. Si no me dejan tener acceso a esas entradas, como tengo de otros espectácul­os, me están privando de un derecho como trabajador, y yo pago mis impuestos. Y no tengo ningún problema en ningún sitio. Cuando llegue el momento iré con mi abogado a hablar con quien tenga que hablar y a ver qué pasa”.

Durante aquellos años la fiebre por ver a algunos grupos punteros hacía que las entradas cotizaran al alza. “Los grupos que pedían más eran siempre la comparsa de Barbate, que traía a mucha gente; el coro de Julio Pardo, el de los Niños, Martínez Ares, había bastantes que tenían muchos aficionado­s. Claro que el precio variaba según el cartel y la fase en que estábamos. Había algunas que costaban su buen dinero y otras que había que tirarlas porque nadie las quería. Te las comías con papas”.

Recuerda el motor que la Policía Local “alguna vez nos ha quitado entradas a los que cogía. Había uno que era reventa legal, que tenía un bar muy conocido en la plaza de Santa Tomás. Allí tenía el hombre una taquilla del 20%, que es lo único que tú puedes vender de reventa en la taquilla. Un día hubo una redada y al único que le cogieron fue a ese hombre. Los demás todos nos quitamos de en medio. Después se lo tuvieron que devolver todo”.

El Motor reconoce que la pandemia está siendo “peor que terrible. Esto es una cadena. Cuando vino la crisis del ladrillo no vendía tampoco el carpintero, el cerrajero ni el cristalero, pues esto lo mismo, si no hay conciertos no gana el artista pero tampoco el taquillero ni el reventa”.

También aclara que a él no le molesta el internet, “lo que no es normal es que te pidan el DNI para comprar una entrada. Yo puedo comprar una entrada y la vendo al tanto por ciento que me permita la ley. Si no puedes ponerte en la cola pues yo me pongo y me la compras. Eso es de toda la vida de Dios”

Por último incidió en su página web. “Está ahí casi en marcha. Cuando sea el momento la pondré a funcionar. Venderemos de todo tipo de espectácul­os. Lo que haya. La gente me compra hasta de EEUU. Los espectácul­os son de por aquí, porque esa es la capacidad que tengo yo. Tampoco tengo idea de vender una entrada de Los Angeles Lakers”, dijo.

Piensa abrir una web de entradas “para vender entradas de todos los espectácul­os”

 ?? JOAAQÍN HERNÁNDEZ KIKI ?? El Motor, apenas un chaval, tomando posiciones ya en una cola para el Concurso del Falla.
JOAAQÍN HERNÁNDEZ KIKI El Motor, apenas un chaval, tomando posiciones ya en una cola para el Concurso del Falla.
 ?? JOAAQÍN HERNÁNDEZ KIKI ?? Los números que se daban para la cola.
JOAAQÍN HERNÁNDEZ KIKI Los números que se daban para la cola.
 ?? JOAQÚIN HERNÁNDEZ KIKI. ?? Momento de tensión en una cola para conseguir entradas para el Falla.
JOAQÚIN HERNÁNDEZ KIKI. Momento de tensión en una cola para conseguir entradas para el Falla.
 ?? JOAQUÍN HERNÁNDEZ KIKI. ?? El Motor, la pasada semana en la plaza de San Antonio.
JOAQUÍN HERNÁNDEZ KIKI. El Motor, la pasada semana en la plaza de San Antonio.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain