Encomendados a Ellos
En la madera encontramos las manos a las que aferrarnos cuando lo natural pierde sentido. Más allá del bordado de su túnica se centran las miradas que imploran fuerza para seguir tirando adelante, como cuando el paso viene ya vencido pero los cuerpos de abajo se afanan por seguir andando de frente. ¡Ay que seguir! No es la disposición de las velas, ni el incienso que lo rodea; qué mas da las flores que tenga a sus plantas. La devoción no entiende de esas cosas, y la fe está por encima de todo eso (aunque a Dios también se llega por la belleza y la Iglesia sabe bien de eso, que de grandes obras de arte están llenos los templos). Y a la fe recurrimos en estos tiempos que nos toca vivir, en esta pandemia que aprisiona nuestras vidas y nos asesta cada golpe que parece imposible aguantar. De fe y de devoción dice mucho este cartel que ha editado la asociación de cargadores Hermanos Cirineos, con un policía, una sanitaria y un militar rendidos a las plantas de Jesús de Medinaceli.
“Hemos querido rendirle un honroso homenaje a todos aquellos que luchan desde primera fila contra esta enfermedad para que veamos que detrás de cada mascarilla y cada uniforme hay mujeres y hombres con una capacidad de sacrificio inigualable hacia el prójimo. Personas sencillas y entregadas a su deber que necesitan de un corazón fuerte para resistir todo lo que esta necesidad imperiosa les exige de resistencia y aguante”, ha trasladado la asociación en esa presentación virtual del cartel a la que obligan los tiempos.
Este cartel, esas tres patas que sostienen el país desde hace un año postradas a los pies de Medinaceli (en una foto que es real, además, y que está firmada por Adrián Velázquez), es un claro aviso de la importancia de las cofradías en estos tiempos difíciles, un mensaje de responsabilidad a mayordomías y diputaciones de cultos para que este tiempo de Cuaresma sea vivido con intensidad. Que muchos son los que tienen necesidad de plantarse de rodillas y encomendarse a Ellos.