Sarkozy deja huérfana a la derecha francesa
Tras la sentencia, los conservadores cargaron contra la justicia gala
Condenado a un año de prisión firme por corrupción y tráfico de influencias, el ex presidente francés Nicolas Sarkozy deja huérfana a la derecha de su país, a año y medio de las presidenciales y sin que ningún candidato haya emergido para llevar la bandera conservadora. Aunque retirado de la primera línea de la política desde que en 2016 fracasó en su intento de volver a ser el cartel electoral de la derecha, la voz de Sarkozy no ha dejado de inf luir en su campo político.
Buena prueba de ello es que, tras conocerse el lunes su condena, la primera a prisión firme dictada contra un antiguo inquilino del Elíseo, los conservadores se apresuraron más a cargar contra los jueces que a desmarcarse del ajusticiado.
Para el politólogo Pascal Perrineau, la sentencia deja fuera a Sarkozy no sólo de la carrera presidencial, sino también de su capacidad de influencia en la derecha, una posición que el expresidente se había trabajado estos últimos años. “Sigue siendo uno de los líderes más populares, tiene una cuota de seguimiento muy alta, pero ahora no podrá traducirse en un éxito público al estar condenado. Su margen de maniobra ha quedado tremendamente limitado. Sarkozy está privado de su poder de inf luencia”, aseguró.
El ex presidente se apresuró a recurrir la sentencia y eso borra de forma momentánea la pena de prisión, pero difícilmente podrá convertirse en un elemento influyente con esa espada de Damocles sobre su cabeza. El profesor de Ciencias Políticas Bruno Cautrès considera que “el sarkozismo” seguirá teniendo influencia y que será difícil que alguien reniegue de él. “Es el último político de la derecha que ha ganado las presidenciales, eso le otorga una legitimidad”, explicó el analista.
Recoger ahora el estandarte de la derecha conllevará “una particular habilidad”, puesto que “no se puede criticar a Sarkozy, pero tampoco conviene aparecer demasiado cerca de él”.