A Turismo le faltan muchas respuestas
El de los hosteleros es un sector batallador. Es difícil tenerlos calladitos y menos ahora que se han visto pisoteados por una pandemia que ha dejado tras de sí demasiadas víctimas no sólo desde el punto de vista sanitario, sino también desde el punto de vista económico. Pero ayer se trataba de escuchar. Todos calladitos: representantes de los chiringuitos, de los restaurantes, de los hoteles, de los campings, de las discotecas... No faltaba nadie.
El presidente de Horeca, Antonio de María, logró reunir en un salón a todos estos portavoces del sector de la hostelería para escuchar a dos importantes representantes de la Junta de Andalucía. Por una parte, la delegada provincia de Turismo, María Jesús Herencia, y, por otro, el secretario general de Turismo de la Junta, Manuel Muñoz.
El encuentro tuvo dos partes bien diferenciadas: una protagonizada por Muñoz a modo introductorio y otra a modo de debate en el que tanto el secretario general como la delegada de la Junta se enfrentaron a cara descubierta (con la consabida mascarilla) a las muchas, tal vez demasiadas, dudas que mantiene el sector de la hostelería sobre las ayudas, sobre los horarios, sobre el control de las autoridades sanitarias .... En fin, sobre su presente y su futuro.
Pero muchas de ellas quedaban en el aire. Ni la delegada ni el propio Manuel Muñoz, a pesar de su buena voluntad y su muestra de transparencia, ni supieron ni pudieron responder a todos los planteamientos que le llovieron durante la hora y pico que duró el debate planteado por Horeca.
Manuel Muñoz hizo una breve cronología del desastre y planteó las estrategias principales en las que se basa el plan de choque y el plan de acción de la Junta en materia de turismo, que ahora trabaja también en la búsqueda de nuevos mercados como son el asiático, el estadounidense y el de América del Sur.
La crisis estaba ahí “pero no podíamos permitir que durante la pandemia se olvidaran de que Andalucía seguía viva”.
Ante una crisis tan global, el representante de la Junta advirtió que este año no queda otra que apostar por el turismo nacional con un ligero guiño a los británicos y germanos, de manera que vaticinó que el 60% del turismo que llegará a nuestras tierras procederá de suelo nacional.
A su vez, Manuel Muñoz destacó los continuos contactos que se mantienen con distintas empresas aéreas para convencerles de que “no se olviden de Andalucía”.
Los hosteleros escucharon, pero el turno de palabra les llegó. Era el momento para expresarle a la Junta las penas y dudas de un sector que sobrevive gracias a sus ahorros y no gracias a que nadie les haya perdonado nada.
De eso se quejaban, por ejemplo, ante los dos cargos de la Junta. Hablaron del castigo que les ha supuesto en estos tiempos impuestos como el IBI o el IAE, un impuesto de actividades económicas en un tiempo en el que han tenido cero actividad económica.
Y sí, muchas ayudas, pero muchas de ellas llegan aún plagadas de dudas y otras muchas que se anunciaron pero nunca llegaron.
Manuel Muñoz les habló de “resintonizar Andalucía” y les habló de algunas medidas concretas como que los extranjeros que optaran por veranear en Andalucía gozarían de un seguro gratuito que les daría cobertura médica en el caso de que la necesitaran o incluso se ocuparía de una repatriación en el caso de un contagio.
Todos asentían y lo veían con buenos ojos, pero las dudas seguían ahí: “Llevo un año y medio con mi negocio cerrado. ¿Por qué no me dejan abrir aunque sea a las doce de la mañana? (preguntaba un representante de las discotecas y del ocio nocturno. Sin respuesta. “¿Y por qué no se tiene más mano dura con los alojamientos ilegales?” (representante de los hoteleros). “Nuestras playas han sido invadidas por el turismo intrusivo y no contributivo de las caravanas” (representante de los campings)... Muchas preguntas que aún carecen de respuesta en un careo que se agradece pero que poco soluciona.
El ocio nocturno le pregunta a la Junta que cuándo podrán reabrir sus negocios