Se acaba un año muy gris
El Cádiz B se despide con una derrota en Córdoba, donde muestra una cara insulsa que es el reflejo de lo sucedido esta temporada
Derrota del Cádiz B en Córdoba (2-1) para despedir la temporada 2020-21 en Segunda División B, una categoría que desaparece y que envía a los amarillos a una inferior, la nueva Segunda División RFEF, que será la cuarta división nacional; es decir se produce un descenso. Sensaciones dispares con los de Alberto Cifuentes en el Nuevo Arcángel, donde el técnico sentó en el banquillo a vacas sagradas como Duarte y Jordi Tur para que una promesa como Bastida estrenara titularidad; quizás pensando en lo que está por venir de cara a la próxima campaña. La victoria tampoco sirve a los cordobesistas, ya que precisaban ganar y que el Sevilla Atlético no lo hiciera (se impuso 3-1 a la Balona), por lo que el fracaso blanquiverde es absoluto al acumular otro descenso en unos últimos años para olvidar.
Hay que hablar de una primera parte de mayor control cordobés frente a un filial gaditano que fue de más a menos hasta quedar demasiado a merced de su rival, que haciendo lo justo era el protagonista en el verde del Nuevo Arcángel. Aunque el primer aviso lo dio Gudelj de cabeza, a centro de Marc Baró que detuvo con acierto Edu Frías, la realidad es que Luismi y De las Cuevas tomaron el mando del choque en juego y a balón parado. De hecho De las Cuevas probó suerte en una falta directa que Juan Flere vio pasar muy cerca de su escuadra derecha.
El peso del juego era blanquiverde y eso animaba a Javi Flores para buscar un tiro en parábola que se escapó fuera por poco, antes de un penalti que podía despejar el camino al Córdoba y que desembocó en una tar