“La serie permite ver a los dos rivales con la misma pasión”
Reyes de la noche es una de las grandes sugerencias de Movistar + de cara a este fin de semana. Se han estrenado los dos primeros capítulos de un total de seis de esta comedia que narra la rivalidad radiofónica en los años 80 y 90 a través de sus protagonistas, Paco el Cóndor y Jota Montes (Javier Gutiérrez y Miki Esparbé), que se inspiran en la competencia que hubo entre José María García y José Ramón de la Morena. Adolfo Valor y Cristóbal Garrido son los creadores de esta ficción.
–¿Nos hacen resumen de minuto y resultado del ‘partido’?
–(Adolfo Valor): Ha sido un partido a cara de perro, de poder a poder, y nos hemos dejado todo en el campo. Fue complicado porque fuimos el primer rodaje después del confinamiento y aquello podía saltar por los aires en cualquier momento. Las medidas fueron extremas, lo hicimos todo con un montón de cuidado, salió todo bien, en fecha, y no nos pasamos de presupuesto. Contar con este equipazo ha sido uno de los grandes lujos.
–¿Han hec ho un ejercicio crítico y a la vez cariñoso con la radio española?
–(Cristóbal Garrido): Los personajes tienen muy mala leche, pero pero nosotros les tratamos con mucho respeto y cariño. Entonces, aunque ellos se maten, una de las cosas buenas que tiene la serie es que te identificas con cada personaje, con cada equipo. Se hacen entre ellos salvajadas pero entiendes las razones de cada uno. Eso permite que veas a los dos rivales con la misma pasión.
–Con dos emisoras antagónicas y diferentes.
–(C.G.): Queríamos tratar igual a las dos radios, que cada equipo fuera igual de mítico, que cada tropelía que se hagan se supere con grado más alto con la misma inteligencia. Era la única forma de mantener el interés en el espectador porque si estuviese desnivelado no sería lo mismo. Era un reto. Queríamos que todos fueran muy buenos en lo suyo, para dar sentido a la guerra. Nosotros hemos hecho comedias mucho más locas pero no queríamos hacer una caricatura de estos personajes, porque si todo es una chufla esta guerra no le importaría al espectador. Ahí no hay chistes. Lo que pasa es muy serio, dramático, muy de verdad, porque es lo que da sentido a la serie.
–¿Y por qué el Cóndor no se llama José María García, inspirándose tanto en él?
–(C.G.): Porque no es él. Y no es porque tengamos a los abogados apuntándonos, que también, pero es que realmente queríamos que la realidad estuviera al servicio de la ficción y no al revés. No queremos hacer la wikipedia. Es decir, queríamos unos personajes inventados y que todo eso sirviera para contar un contexto histórico. No queríamos contar la vida de García. No sé cómo es su familia y no me interesa. Lo que no queríamos era adaptarnos a cosas concretas. Es decir, hay cosas que pasan, como una huelga de pilotos, pero eso sucedió veinte años después de lo que transucrre en la ficción. Queríamos ser libres. –(A.V.): Fíjate que la traición entre padre e hijo que hay en nuestra serie eso no se dio en la rivalidad de García con De la Morena. Para nosotros era muy importante hablar de esa relación como si fuera la traición de Judas. La emoción de la serie se basa en dos personas que se quieren de verdad y que por culpa de la radio están a punto de matarse.
–Adolfo Valor, trabajó en Maracaná, en Cuatro, y dio idea a la serie ¿qué pasó entonces entre Paco González y Michael Robinson?
–(A.V.): Yo, que no sabía mucho el fútbol, de repente me vi rodeado del equipo de Carrusel deportivo más todo el de Deportes de Canal +. Estaba boquiabierto de cómo trabajaban. Era un universo muy particular.
–(C.G): Robinson duró una noche, pero el programa siguió. Querían replicar El día después pero hubo que cambiar de paradigma porque las cosas no funcionan igual en abierto.
–¿Maracaná no seria el abuelo de El Chiringuito de Jugones?
–(A.V.): Muy interesante esa comparación de arqueología deportiva.
–El personaje de Carmona es un adelanto de lo que será Joaquín cuando se retire. Una mezcla con Poli Rincón...
–Es también Kiko Narváez. O Valdano, aunque no tiene tanta gracia que Carmona. Es un compendio de otros muchos personajes.