La gesta de un guardia civil jerezano
● La imagen de Juan Francisco Valle salvando la vida a un bebé en Ceuta da la vuelta al mundo ● El agente: “Lo vi tan pálido que no sabía si estaba bien o no”
Juan Francisco Valle, Juanfran, es un guardia civil jerezano que desempeña desde hace años su labor profesional en el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Benemérita. Su imagen salvando a un bebé de pocos meses que iba en la espalda de su madre en las aguas de la Ciudad Autónoma durante la avalancha de inmigrantes ha dado la vuelta al mundo.
Su imagen, sacando del agua con la ayuda de un salvavidas y rescatando a un niño de corta edad, se ha erigido en el emblema de la crisis migratoria que afecta a Ceuta potenciada por el propio reino alauita facilitando el paso a través de su frontera.
El esfuerzo del guardia jerezano ha tenido el mejor de los frutos, el bebé, de apenas dos meses de edad, está en buen estado. Todo ello acaeció el pasado martes en el espigón de la playa del Tarajal cuando una oleada de personas aprovecharon la dejación marroquí en la custodia de sus fronteras para acceder a España de forma ilegal y, en muchos casos, jugándose la vida.
La propia Guardia Civil aprovechaba la imagen del jerezano en esta acción humanitaria para difundir el trabajo que desarrollan estos especialistas.
Según ha podido saber este medio, las horas en el agua por parte de los especialistas del GEAS se prolongan a día de hoy en la frontera de El Tarajal, “donde llegan a estar hasta tres horas en el agua antes de tomar un descanso y retornar al trabajo de inmediato”.
En declaraciones a la Cadena SER, Juan Francisco Valle ha relatado que “mi compañero Braulio y yo pensábamos que la mujer tenía una mochila pero en uno de los movimientos nos dimos cuenta que era un bebé lo que tenía a las espaldas. Tenía al bebé agarrado con unos trapos para que no se moviera de la espalda y la mujer intentaba mantenerse a flote con una especie de juguete, de flotador. Fuimos a por ellos, yo le saqué el bebé de la espalda y me fui rápidamente a la costa mientras mi compañero Braulio ayudaba a su madre”, señaló el guardia civil jerezano.
Narrando tan terrible experiencia el guardia Valle añade que “yo vi al bebé con un color tan pálido y tan inmóvil que no sabía si el bebé estaba bien o no. Yo solo pensaba en llegar rápidamente a tierra para que le asistieran. Yo no tenia fuerzas ni para sacarlo a la playa, una chica de Cruz Roja entró en el agua y lo cogió”, rememora. El agente reconoció inclusoa la Cadena SER que le empiezan a flaquear las fuerzas después de tantas horas de trabajo: “Me está temblando el brazo y las extremidades del agotamiento. Todo el equipo estamos agotados físicamente”.
El trabajo del agente y de sus compañeros del Grupo de Actividades Subacuáticas ha permitido sin duda que no se viviera una nueva tragedia en la zona. Tan sólo hay que lamentar un fallecido. “Todo era caótico -recuerda el guardia civil- pero en este caso no llegamos a tiempo”, lamenta.
En todo momento trataron de rescatar a las decenas de niños que trataban de llegar junto a sus padres al continente europeo bordeando el espigón de El Tarajal. Los padres del bebé rescatado saltaron desde el referido espigón de Tarajal provistos únicamente de flotadores o en barcas de goma de escasa consistencia.
“Creímos que la madre llevaba una mochila pero al moverse vimos que era un bebé”
El agente recuerda que llegaron a faltarle las fuerzas tras tantos rescates
Muchas de estas personas llevan hasta años esperando para entrar en España a través de la frontera.