La Junta acogerá a menores de Ceuta pese a la amenaza de Vox
Andalucía tutela en la actualidad a 1.700 que llegaron en pateras
Ambos países acuerdan la entrega por grupos para su regreso de hasta 40 inmigrantes cada dos horas Madrid acusa a Rabat de haber utilizado a niños con objetivos políticos
ni está en juego y vamos a usar todos los medios necesarios para garantizar la integridad territorial y vigilar las fronteras”, advirtió la ministra.
Dentro de la crisis, el problema que suscita la situación de los mejores es de los mayor enjundia. El Ejecutivo que preside Pedro carga especialmente contra el marroquí al entener que ha usado a los niños con fines políticos. España trata ahora de organizar la acogida de algunos de ellos, una operación frente a la que se levanta el escollo del reparto y la distribución por comunidades autonómas. Ayer no faltaron reproches, en este sentido, al Gobierno central desde algunas administraciones regionales. En Galicia, su presidente Alberto Núñez Feijóo se quejó de que “vamos a tener los mismos que la Comunidad de Madrid, discrepamos del reparto y de unos criterios, una vez más, inventados”. Desde el Gobierno, su vicepresidenta Carmen Calvo, afirmó que “se está protegiendo y cuidando” a los menores para que “con ayuda humanitaria y la legalidad en la mano, vuelvan pronto con sus familias que les están esperandol en Marruecos”.
Pero no es nada fácil. Muy al contrario. Ceuta intenta recuperar su normalidad habitual, pero es una ciudad a la que en dos días (lunes y martes) llegaron de forma irregular alrededor de 8.000 personas. Fuentes del Ministerio del Interior informaron de que ya han sido devueltas 6.500 en virtud del acuerdo cerrado la madrugada de ayer entre Madrid y Rabat. Marruecos aceptó posibilitar la devolución de estas personas a un ritmo de 40 cada dos horas. Entre ellas no se encuentra ningún niño, aseguran las mismas fuentes, extremo que ponen en duda algunas ONG. El protocolo impide que los menores que viajan solos sean devueltos en caliente, al igual que ocurre con inmigrantes en situación vulnerable, como embarazadas, víctimas de trata o solicitantes de protección internacional o asilo.
La atención policial se centra ahora, pues, en esos menores. El número de ellos que aún deambulan por Ceuta ha disminuido, después de que muchos decidieran regresar voluntariamente. A bastantes los ha acompañado a la frontera la Policía Local, en algunos casos esposados.
A los 850 menores acogidos que llegaron por la frontera del Tarajal, el más pequeño de 4 años, se suman
Las regiones reprochan al Gobierno sus criterios para el reparto de los menores
los 230 que había en el centro para jóvenes La Esperanza. Las autoridades consideran que hay cientos de ellos más que no están en ninguno de los centros habilitados porque calculan que entraron unos 1.500.
Además, hay un número indeterminado de menores en las inmediaciones del puerto de Ceuta que esperan su oportunidad para introducirse en algún barco y llegar a las Península.
Los 850 menores están repartidos entre el albergue provisional