Telefónica y Liberty sellarán en junio la fusión de sus filiales en Reino Unido
La Autoridad de Mercados y Competencia británica aprueba definitivamente la integración de 02 y Virgin Media
Telefónica y Liberty Global fusionarán sus filiales británicas, O2 y Virgin Media, en una operación que esperan cerrar el próximo 1 de junio, cuando se creará un operador fuerte de telefonía fijay móvil, con unos activos valorados en 35.000 millones de euros y que disputará el liderazgo a BT en Reino Unido.
Esta compañía se constituirá después de que ayer la Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido (CMA) haya aprobado de forma definitiva la fusión entre ambas filiales al estimar que la competencia en el Reino Unido “seguirá siendo fuerte” y considerar que es improbable que se produzca una subida de precios en este mercado o una rebaja de la calidad del servicio.
El presidente del panel de la CMA, Martin Coleman, ha afirmado que se ha dado luz verde a la operación después de una investigación en profundidad, teniendo en cuenta que era “importante asegurarse” de que no era perjudicial, según ha informado este jueves el organismo regulador, que debía de pronunciarse sobre el asunto antes del 27 de mayo.
Esta decisión se ha adoptado tras una previa aprobación provisional por parte de este organismo, que asumió la decisión sobre la operación después de que la Comisión
Europea (CE) le transfiriera el asunto en noviembre de 2020, con motivo del “brexit”, al considerar que afectaba al mercado nacional británico.
Tanto Virgin como O2 venden servicios mayoristas a varios operadores móviles en el Reino Unido: Así, mientras la filial de Liberty suministra líneas arrendadas al por mayor a operadores móviles, la de Telefónica proporciona su red móvil a empresas que no tienen la suya propia, según recuerda el propio organismo regulador.
CMA analizó si esta fusión podría conllevar una subida de precio o reducción de la calidad de estos servicios mayoristas y llegó a la conclusión de que era “poco probable” que ocurriera, teniendo en cuenta que las líneas arrendadas suponen una parte relativamente pequeña en los costos de las empresas rivales, y de que además existen otros actores en el mercado.