Las manualidades como terapia
● La tienda-taller Standarte realiza cursos sobre distintas disciplinas que sirven para relajarse y evadirse de la rutina diaria ● Su propietaria, Charo Marmolejo, diseña papeles de scrap
Hacer trabajos manuales puede resultar relajante y terapéutico. Mientras se realiza esta actividad, la mente se concentra en ella y durante un tiempo, se olvidan los problemas. Esto es algo que comprueba cada día Charo Marmolejo, propietaria de la tienda–taller de manualidades y bellas artes Standarte, ubicada en el barrio de Astilleros, el único establecimiento de estas características que hay en la ciudad.
Afirma que en su tienda–taller imparten cursos de distintas disciplinas relacionadas con las manualidades y acuden muchas personas (la mayoría mujeres) buscando un momento para relajarse y evadirse de la rutina diaria. Asegura que después del confinamiento, está acudiendo más público preguntando por los talleres.
Melisa, una de las alumnas habituales de los cursos de Standarte, corrobora lo que dice Charo: “Cuando entro por la
En Standarte hay talleres semanales fijos y otros monográficos puntuales
puerta, desconecto del mundo”. Para ella, esto es “una manera de evadirme del día a día del trabajo y de la casa”.
Chari acude semanalmente a un taller con Melisa y asegura que esas clases son “una terapia. Prefiero pagar esto que a un psicólogo”.
Estas dos mujeres llevan años asistiendo a cursos de manualidades todas las semanas a este establecimiento de la calle Emilio Castelar junto con otras mujeres. “Nos conocimos aquí y hemos conectado. Hemos hecho amistad y cuando venimos, además de trabajar, hablamos y nos contamos nuestras cosas”, manifiesta Melisa.
Charo Marmolejo abrió la tienda hace ocho años con la idea de que fuera un punto de encuentro y lugar donde impartir distintas disciplinas relacionadas con las manualidades. Así, desde el principio comenzó con los talleres de scrapbooking (álbumes de fotos y libros de firmas personalizados para guardar recuerdos), decoupage (decoración de materiales, como madera, cristal o metal), lettering (caligrafía decorada) o cartonnage (hacer objetos de cartón decorado), entre otros.
Afirma que desde que se inauguró el establecimiento, se han impartido 55 talleres sólo de scrap, porque antes de comenzar la pandemia, hacían talleres monográficos de un día todos los viernes y sábados, además de los talleres semanales.
El confinamiento decretado el año pasado por la pandemia de covid–19 les hizo suspender estas clases, que han podido reanudarse hace poco. Hay grupos fijos que van un día a la semana y otras personas que acuden a los talleres monográficos puntuales que se realizan los viernes y los sábados. Charo indica que en las clases semanales solo hay mujeres, pero a las monográficas sí que asiste algún hombre.
Destaca la unión que se crea en los grupos. Al respecto, recuerda que durante el confinamiento, las personas que van a los talleres semanales siguieron en contacto entre ellas y, a través de videollamadas, mostraban a las demás los trabajos que estaban haciendo.
Cada año, Charo organiza un evento que ha denominado Fiesta Scrapera en el Hotel Playa Victoria, al que acuden personas de toda la provincia y del resto de Andalucía. “También asisten algunas chicas de otras comunidades aprovechando sus vacaciones”, apunta. Otros años se han reunido hasta 60 personas en la Fiesta Scrapera. La próxima edición tendrá lugar el sábado 24 de julio de 2021 y ya hay 40 plazas confirmadas. En este evento, los participantes realizan un taller por la mañana y otro por la tarde; además, hay sorteos, una mesa dulce y Charo pone un stand con productos de su tienda.
Charo Marmolejo es diseñadora gráfica. Ha trabajado en una revista y una editorial pero cuando llegó la crisis de 2012, se quedó sin empleo “y me reciclé”. Así, decidió abrir su tienda–taller frente a la Casa de las Artes.
Esta gaditana también diseña papeles de scrap que vende en todo el país. Actualmente está trabajando en una nueva colección inspirada en Frida Kahlo.
Asimismo, monta mesas dulces personalizadas en distintos eventos, como primeras comuniones, bodas o cumpleaños. Explica que cuando hace una mesa dulce, ella la diseña y elabora manualmente todos los elementos. Es un trabajo que le lleva semanas porque “cada detalle para cada persona o evento está estudiado y elaborado a mano” por ella misma.
Charo organiza cada verano una Fiesta Scrapera que este año será el 24 de julio