Merkel reclama una “reacción” de la UE a la “inaceptable” acción de Minsk
● La canciller alemana asegura que no existe “información fiable” sobre una hipotética intervención rusa en el desvío del avión ● La OTAN reclama una investigación urgente
La canciller alemana, Angela Merkel, declaró ayer que es precisa una “reacción” por parte de la UE a la “inaceptable” detención del periodista bielorruso Roman Protasevich en Minsk tras el desvío forzado del avión en el que viajaba.
En la rueda de prensa que siguió al Consejo europeo de ayer y el lunes, la canciller indicó además que los líderes de los 27 abordaron la presunta implicación de Rusia en esta acción, pero que esta posibilidad se dejó de lado por no contarse con “evidencias” que la sustentasen.
La canciller se mostró satisfecha de que la UE haya mandado al régimen del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, una “señal política” tras haber forzado su régimen el aterrizaje de un avión de pasajeros de la compañía Ryanair que cubría la ruta entre Atenas y Vilna para detener a Protasevich.
Con respecto al vídeo en el que aparecía el periodista disidente, la canciller aseguró que es “preocupante” y que hace aún “más urgente” la “exigencia” alemana y europea de su liberación.
Merkel, que consideró muy importante la liberación del periodista, indicó que las sanciones estarán listas para junio y van a ir más allá de las aprobadas hasta ahora, que iban dirigidas a individuos del régimen ligados al fraude electoral y la represión violenta de las protestas prodemocráticas.
Los líderes europeos prohibieron el lunes a las aerolíneas bielorrusas
El régimen bielorruso invita a los reguladores internacionales a investigar el incidente
–entre ellas la estatal Belavia– poder aterrizar en un aeropuerto de la UE y sobrevolar el espacio aéreo comunitario.
Además, pidieron a las compañías comunitarias que eviten el espacio aéreo de Bielorrusia, una decisión que ya han tomado varias aerolíneas europeas, incluidas airBaltic de Letonia y SAS de Scandinavia, así como la neerlandesa KLM, la irlandesa Ryanair y la alemana Lufthansa –según dijo la canciller–.
Merkel aseguró que no existe
“información fiable” sobre una hipotética intervención de Rusia en el desvío del avión. “Ayer no teníamos información fiable sobre el papel de Rusia”, señaló.
“Que existe una relación estrecha entre Bielorrusia y Rusia es conocido”, dijo la canciller, que aseguró que “evidentemente, nos preguntamos si Rusia hubiera tenido algo que ver, pero no hemos tenido conocimiento de ello”.
No obstante, Merkel dijo que “si hablo con el presidente ruso (Vladimir Putin) pondré este asunto sobre la mesa, pero ahora no podemos hacer suposiciones”.
Por eso, indicó que la discusión que tuvieron el lunes los líderes sobre sus relaciones con Moscú “fue independiente” de las sanciones acordadas a Bielorrusia.
En la misma, la dirigente alemana argumentó “que nuestros intereses europeos los podemos plantear mejor con una conversación con el presidente ruso, que sí lo hace el presidente estadounidense”, Joe Biden.
Merkel volvió a pedir al régimen de Lukashenko, que deje en libertad a Protasevich y a su pareja, Sofía Sapega, y dijo que “se tiene que hacer todo lo posible” para lograrlo “incluso con urgencia, si se escucha a sus padres”.
Sapega, ciudadana rusa, quedó ayer arrestada por al menos dos meses, sospechosa de haber cometido “varios delitos”.
Por otro lado, también la OTAN instó ayer a Bielorrusia a liberar a Protasevich y pidió una “investigación internacional urgente” de ese suceso, que calificó de “secuestro estatal”.
“El aterrizaje forzoso de un avión de pasajeros fue peligroso e inaceptable”, indicó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, antes de que el Consejo del Atlántico Norte, el máximo órgano de toma de decisiones de la Alianza se reuniera y abordara lo acontecido.
Stoltenberg recalcó, durante una comparecencia de prensa en el cuartel general de la Alianza junto a la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, que se ha tratado de un “secuestro estatal” de un avión comercial por parte de las autoridades bielorrusas.
Esto demuestra “cómo el régimen de Minsk ataca los derechos democráticos básicos” y mina la libertad de expresión y a los medios independientes.
Stoltenberg volvió a pedir ayer, como ya había solicitado el domingo a través de la red social Twitter, que haya “una investigación internacional urgente” sobre el suceso.
Por su parte, Bielorrusia invitó ayer a los reguladores internacionales de aviación civil, a la UE y a EEUU a investigar el incidente.
Según Minsk, fue el piloto del Boeing 737-800 de Ryanair quien “tomó su propia decisión de aterrizar en el Aeropuerto Nacional de Minsk sin recibir presión alguna de la parte bielorrusa”, de acuerdo a un comunicado del Departamento de Aviación del Ministerio de Transporte de Bielorrusia.
El país invitó a esclarecer lo ocurrido a los representantes de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA), la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
En todo caso, Bielorrusia insiste en que el 23 de mayo el aeropuerto de Minsk recibió un correo electrónico con una amenaza de bomba firmado por el movimiento palestino Hamas, que ayer desmintió ese extremo.