Las variantes subrayan la importancia de las dos dosis
La propagación en el Reino Unido de un tipo mutado del coronavirus de origen indio despierta inquietud en la comunidad científica
Los especialistas en epidemiología y salud pública llevan meses advirtiendo de la importancia de la extensión de una verdadera y literal vacunación universal, de que la vacuna no puede limitarse a los países desarrollados. Este tipo de exclusivas las carga el diablo. En tanto siga propagándose, el coronavirus tiene más opciones de desarrollar mutaciones que generen primos hermanos del SARS-CoV-2 ancestral no sólo más transmisibles o virulentas sino que adquieran la capacidad de encontrarle la vuelta a la inmunidad
producida por la infección o a la inducida por las vacunas.
Una de las variantes de reciente predominio en la India, la B.1.617.2, está despertando cierta inquietud en la comunidad científica. La evidencia es aún insuficiente, por lo que los investigadores llaman por ahora a la calma al tiempo que claman por una necesaria cautela. Pero empieza a haber unas ciertas evidencias: de entrada, la detección de este nuevo espécimen de origen indio ha registrado en el Reino Unido un aumento del 160% en una sola semana, según los datos del Servicio Público de Salud británico recogidos por el British Medical Journal.
Su poder de transmisión es relevante; basta analizar los datos del país asiático. La explosión de casos, ya contenida en el país asiático, ha marcado un hito de la pandemia en el mundo. Hay también evidencias preliminares publicadas en artículos sin revisar. La administración de una sola dosis de las vacunas de Pzifer y Astrazeneca reduce notablemente su eficacia. Esta variante india, al parecer, tiene un magisterio hecho en el arte del escapismo frente a la inmunización natural o inducida. Sólo la vacunación completa, la administración de las dos dosis –salvo si es Janssen– protege de un modo satisfactorio.
El Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades (ECDC) incluyó el martes esta variante vírica como la cuarta de tipo preocupante. Las otras tres son las conocidas británica –la predominante en España en estos momentos–, la sudafricana y la brasileña. La diferencia con respecto a la india es que ésta sí sabe cómo eludir el poder de las defensas del organismo creadas después de pasar el Covid-19 o las que son estimuladas tras la vacunación. El Ministerio de Sanidad la incluirá en breve. La ministra, Carolina Darias, defendió ayer la medida que permite la llegada a España de viajeros procedentes de Reino Unido sin controles sanitarios ni restricciones. No han hecho así otros países europeos, como Alemania y Francia, donde persisten las cuarentenas a los visitantes británicos por el temor a la variante india.
Aunque detectada ya en 60 países y a pesar del brote en el municipio cántabro de Colindes notificado ayer, la presencia de la variante india es aún residual en España, según el último análisis de Sanidad. La evidencia es aún insuficiente para que cunda el pánico. Los virólogos confían en el poder neutralizante de las vacunas ya en circulación, pero insisten en la pauta completa, en las dos dosis. Nadie está vacunado hasta que no transcurren dos semanas después de la segunda dosis. Las variantes ratifican ese principio elemental para los especialistas.