Los contagios repuntan, bajan las restricciones
Varias comunidades autónomas han experimentado en las últimas horas un repunte en el número de contagios por el Covidd-19 en una jornada en la que las restricciones siguen suavizándose, especialmente las relacionadas con el ocio, la restauración y, sobre todo, el turismo internacional.
En este sentido, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana levantó ayer la prohibición para que los cruceros internacionales puedan atracar en los puertos españoles, con efectos a partir del día 7 de junio.
La evolución favorable de la pandemia en el territorio europeo, de donde proceden la mayoría de los pasajeros de barcos internacionales con escala en puertos españoles, permite el reinicio de esta actividad, que dará un impulso al turismo en el país, especialmente en aquella regiones con puerto de mar. Sin embargo, los pasos fronterizos que separan Ceuta y Melilla de Marruecos permanecerán cerrados hasta el próximo 30 de junio, según recoge la disposición firmada por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y publicada ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Madrid sigue siendo la región que más está levantando la mano con estas restricciones; las últimas de ellas: ampliar hasta la una de la madrugada el horario de cierre de bares, restaurantes, cines y teatros, y eliminar también las restricciones horarias en los comercios.
Galicia también estrenó ayer una relajación de las restricciones, pues las reuniones pueden ser de seis personas en interior y de diez en exteriores, con caída de contagios y de casos activos y con tres, de 313 ayuntamientos, en máximas restricciones.
Salvando estas tres excepciones, los indicadores se mantienen a la baja y la tasa de positividad muestra un promedio semanal del 2 %, con 110 nuevos contagios (33 menos que el día anterior) y un alivio de la presión hospitalaria, por la reducción de catorce pacientes en planta.
España encara su segundo verano en pandemia, y lo hace de nuevo inundada de mensajes de optimismo y la euforia por haber dejado atrás las restricciones más duras; el verano de 2021 recuerda en muchas cosas al de 2020, pero hay una que marca la diferencia incontestable: hay vacunas y son efectivas.
Hace justo un año se conocía qué territorios iban a pasar a la fase 2 de la desescalada, aunque el entonces ministro de Sanidad, Salvador Illa, instó a ir con prudencia en este proceso porque no se trataba de “un sprint, sino una carrera de fondo”, donde lo importante era llegar al final “sin dar pasos en falso que nos hagan retroceder a todos”.
Un proceso diseñado en cuatro etapas y que empezó el 4 de mayo con la fase 0; las mascarillas, que aún no abundaban, eran solo obligatorias en el transporte público, hacía sólo una semana que los niños habían podido volver a salir a la calle y dos días que los adultos empezaron a pasear divididos por edades y franjas horarias tras 49 días de estricto confinamiento domiciliario.
Lejos de las intenciones de Illa, la desescalada se convirtió en una carrera sin tregua por avanzar; ya nadie esconde que se hizo demasiado rápido, pero por aquellos días la incidencia acumulada invitaba al optimismo con menos de 50 casos por cada 100.000 habitantes. Hoy supera los 120 e incluso hay comunidades que duplican esa cifra.
Madrid sigue siendo la región que más está levantando la mano con las precauciones