La memoria de las víctimas
● Los Reyes visitan la réplica del zulo en el que ETA torturó durante 532 días al funcionario Ortega Lara
El Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo en Vitoria fue inaugurado oficialmente ayer por el rey, Felipe VI, quien aseguró que las víctimas son “uno de los pilares éticos de la democracia” y un elemento fundamental para evitar “cualquier legitimación o justificación” de la violencia.
Los Reyes presidieron este acto inaugural al que también asistieron el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; el lehendakari, Íñigo Urkullu, y varios integrantes de sus gobiernos; el director del centro, Florencio Domínguez, y el presidente de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Tomás Caballero.
El Monarca llegó al Memorial, ubicado en el centro de Vitoria, entre vítores de personas congregadas en las calles cercanas, algunas de las cuales llevaban banderas de España y profirieron vítores al rey. También se escucharon algunos pitidos y gritos pidiendo la dimisión del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Uno de los elementos expositivos del memorial es una reproducción a escala real del zulo en el que ETA mantuvo secuestrado durante 532 días, entre 1996 y 1997 al funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara en una nave industrial en Arrasate (Guipúzcoa). Durante la visita los Reyes accedieron a este espacio dentro del recorrido por el Memorial.
En su discurso Felipe VI aseguró que “la memoria es imprescindible para preservar la verdad, la dignidad y la justicia” y “un elemento esencial para que las generaciones venideras sean siempre conscientes de la gravedad de lo sucedido, del dolor que el terrorismo provoca”.
El Rey valoró el papel del Memorial para recordar “con rigor” la violencia sufrida y también para “profundizar en el conocimiento de la actual amenaza” terrorista y dijo que este centro está llamado a ser “un referente internacional para la visibilidad de las víctimas del terrorismo, de su memoria y dignidad”.
El director del Memorial subrayó por su parte que la memoria es “esencial para la deslegitimación ética, social y política del terrorismo” y que el centro debe “prevenir que en el futuro alguien pueda recurrir de nuevo a la violencia” y contribuir a que “los más jóvenes sepan lo que implica la violencia” y “a dónde conducen los discursos del odio”.
El presidente de la Fundación Víctimas del Terrorismo apeló a preservar la memoria de las víctimas, su relato y su dignidad y evitar que se desdibuje una realidad: “La de verdugos implacables y víctimas inocentes”.
El director del Memorial aboga por que se sepa “a dónde conducen los discursos de odio”