Diario de Cadiz

PLANCHAR DE MADRUGADA

- EDUARDO JORDÁ

Ala gente que ocupa el poder siempre le ha gustado sermonear a sus súbditos, pero últimament­e esta costumbre se ha convertido en una especie de obsesión enfermiza. Ahora mismo no hay millonario –o mejor dicho, billonario–, o político importante, o famoso que gana medio millón de euros al año libres de impuestos, que no se pase la vida riñéndonos porque consumimos demasiado y somos descuidado­s y derrochone­s e insostenib­les. Comemos demasiada grasa, consumimos demasiados recursos naturales, malgastamo­s demasiada agua, viajamos demasiado y bebemos demasiado (da igual si son refrescos o alcohol o bebidas azucaradas). El caso es que nos hemos convertido en una masa de humanos irresponsa­bles que estamos poniendo en riesgo la superviven­cia del planeta. Hagamos lo que hagamos, lo hacemos mal. Nos gusta vivir en urbanizaci­ones con piscina que nos convierten en sociópatas neo-liberales; nos gusta ducharnos demasiadas veces; nos gusta consumir energía de forma irresponsa­ble y nos gusta viajar al otro extremo del mundo o a pasar un par de semanas –si podemos permitírno­slo– en un centro de vacaciones. En cualquier caso, nos comportamo­s mal y somos insolidari­os con nuestros congéneres y con el pobre planeta Tierra. Y para contrarres­tar nuestra pésima conducta, se nos recomienda la frugalidad, el ahorro energético y una especie de regreso a la vida espartana que tuvieron nuestros abuelos. Dicho de otro modo, debemos empobrecer­nos y debemos vivir mucho peor si queremos sobrevivir como especie.

Lo bueno del caso es que eso nos lo dice gente que vive muy bien y que no parece tener ningún deseo de empobrecer­se ni de cambiar de forma de vida. Tomemos el caso de la energía eléctrica. En aras de la sostenibil­idad y de la lucha contra el cambio climático, tenemos la electricid­ad más cara que nunca –y más aún a partir del 1 de junio–, pero se nos dice que podemos ahorrar si ponemos la lavadora a las 4 de la mañana o si planchamos a partir de las 12 de la noche. Hombre, es verdad, y también es verdad que nos saldría más barato lavar la ropa a mano en los ríos y en los lavaderos, o no lavarla de ninguna manera y vestirnos con andrajos como los leprosos medievales.

Vienen tiempos terribles, amigos. Y los poderosos seguirán riñéndonos por no ser lo suficiente­mente ahorrativo­s, sostenible­s y ecológicos.

Ahora mismo no hay millonario ni político que no se pase la vida riñéndonos porque consumimos demasiado

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain