Sí a la integración con la ciudad pero sin perjuicio de la actividad portuaria
● Empresarios y operadores del puerto de Cádiz muestran su apoyo al proyecto de Teófila Martínez pero piden prudencia
Algo ha cambiado en cuestión de años en la forma de pensar de los empresarios y operadores del Muelle. Hace diez años se resistían con uñas y dientes a que nadie les planteara la cesión de un metro cuadrado a la ciudad. Siempre prefirieron guardar el suelo que no estuviera en uso en el cajón de los “por si acaso”.
En ese momento la terminal de contenedores era sólo un proyecto y, además, un proyecto que nada más encontraban trabas en el camino. Para colmo, años después, el espacio del Muelle Reina Sofía destinado a depositar los contenedores que movía el puerto se iba quedando cada vez más vacío, lo que convertía a la nueva terminal en poco más que un terraplén al que nadie sabía si, algún día, se le iba a dar realmente uso.
Pero los tiempos han cambiado. La nueva terminal está ahí. Sin uso aún y sin que nadie se atreva a firmar en un documento una fecha de traslado de Concasa hasta La Galeona, pero está ahí. La llegada de Boluda y Containerships han terminado de darle sentido y se sabe que lo siguiente será el desalojo del Reina Sofía, con lo que buena parte de su suelo quedaría sin uso.
Llega Teófila, a la que ya en el ámbito la conocen como “presidesa” (mezcla del término presidenta con el de alcaldesa), con un listado de objetivos a cumplir lo antes posible. Entre ellos, darle uso a esos suelos de oportunidad que quedan disponibles con el traslado de los cajones.
En días pasados, la presidenta de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC) presentó en público su primer proyecto dentro de este proceso de integración puerto-ciudad.
Un proyecto así habría llevado hace años las manos a la cabeza a los operadores y empresarios portuarios de Cádiz. Ahora se atreven a mostrar su satisfacción pero siempre con cautela y con prudencia y poniendo por delante, en todo momento, el hecho de que proyectos como el de la integración puerto-ciudad no merme ni perjudique la actividad portuaria de la que dependen sus empresas y negocios.
El propio Bernardino Copano, presidente de Apemar, asociación que aglutina a los empresarios del puerto de Cádiz, bendice este proyecto, pero no sin dejar de recordar que el puerto de Cádiz genera 11.000 puestos de trabajo, entre directos, indirectos e inducidos. Por esta causa, Copano muestra todo su apoyo, en nombre de los empresarios portuarios, al proyecto de Teófila Martínez “siempre que en cualquier movimiento de ficha prime el objetivo de buscar siempre el exquisito equilibrio entre la apertura del Muelle a la ciudadanía y la actividad portuaria, que es lo que verdaderamente le preocupa a Apemar”.
Javier Sánchez Rojas, presidente de la Confederación de Empresarios de la provincia de Cádiz (CEC) se muestra en esa misma línea al reconocer que el proyecto es “una gran oportunidad de generar beneficio para la ciudad”, pero esa integración “se debe hacer sin menoscabo de la actividad productiva actual, y con vistas a potenciar aún más actividad en sectores terciarios: ocio, turismo, hoteles, en los suelos de contacto urbano”.
Sánchez Rojas se remonta a hace seis años, cuando los principales operadores y empresarios del puerto de Cádiz suscribían el llamado Compromiso por el futuro de la actividad portuaria en la Bahía de Cádiz. Con esto, el presidente de la CEC pide que se mantenga aquel consenso institucional y político de entonces.
Por su parte, Jesús Otero, CEO de la empresa Europea Group, admite que “probablemente haya cientos de opiniones sobre cómo y qué hacer en esta integración, pero ya encontramos una voluntad clara y un proyecto posible”.
Otero, sin embargo, considera superada la fase en la que aún se discutía de manera excluyente si el puerto se integraba con la ciudad o si se mantenía el suelo disponible para posible actividad portuaria. El CEO de Europea Group observa en el proyecto de Teófila Martínez “una urbanización sencilla, con zonas de esparcimiento, zonas ajardinadas, negocios de hostelería, etcétera, evitando instalaciones que puedan tener una difícil o compleja implantación o desarrollo”.
Rafael Fernández, presidente de Cadiz-Port, entidad creada para la promoción del puerto de Cádiz, pone por delante que el proyecto de integración le parece “una gran iniciativa, siempre y cuando se apueste por proyectos que hagan ganar a la ciudad”. Admite Fernández que se desconocen aún muchos datos de este proyecto y tampoco saben si ya existen posibles inversores detrás de este conjunto de ideas, “con capacidad de generar actividad y empleo”. El presidente de Cadiz-Port y propietario de la empresa Bayport considera que la fusión debe ser fruto de la “búsqueda del equilibrio perfecto entre lo que la ciudad pueda ganar y el puerto pueda ceder”.
El portavoz sindical de los estibadores del puerto de Cádiz, Juan Pablo Bermúdez, por otra parte, no critica el proyecto, aunque sí llama a la prudencia. Recuerda Bermúdez cuando nadie daba un duro por el tráfico de contenedores en Cádiz “y fíjate cómo estamos ahora”. En lo que sí insiste este estibador es en que no se vaya más allá del mero proyecto hasta que no se haga efectivo el traslado definitivo de la terminal de contenedores desde el Reina Sofía al nuevo Muelle. Recuerda que los tráficos portuarios tienen la piel muy fina y cualquier movimiento en falso podría espantar a posibles inversores.
Eduardo Pérez, en nombre de los amarradores se muestra en esa misma línea y considera vital que no se haga nada de ese proyecto de integración hasta que no se consolide del todo el traslado de los cajones a la nueva terminal de contenedores, “que será cuando el espacio quede libre”.
Por su parte, Juan Manuel Barragán, catedrático de la Universidad de Cádiz y profesor de la facultad de Ciencias del Mar se muestra defensor de que “debería mantenerse un modelo netamente portuario y productivo. Eso sí, Barragán sí deja un resquicio y admite, “de manera circunstancial y provisional, equipamientos urbanos públicos, f lexibles y reversibles en caso de que la actividad portuaria requiriera, de nuevo su recuperación”, rechazando en todo momento el uso residencial.
El profesor de la UCA defiende que “resulta evidente que los gaditanos necesitan, antes que otra cosa, actividad portuaria que genere empleo estable”.
Desde la UCA defienden que los gaditanos necesitan, “antes que nada”, empleo estable