A la espera de un informe para decidir qué hacer con la fachada del Castillo
● Los desconchones provocados por el desprendimiento del revoco suponen un gran problema
La fachada a parches que desde hace años muestra el Castillo de San Romualdo a consecuencia del mal estado del revoco de las paredes, que poco a poco se desprende a causa de la humedad, ha dejado en evidencia las carencias de la rehabilitación que se llevó a cabo en este histórico monumento durante más de 10 años. Antes incluso de su apertura, el problema había dado la cara y suscitado las quejas ciudadanas tras una inversión que superaba los 5 millones.
Y como era de esperar, la situación no ha hecho sino empeorar día tras día desde que en 2017 el edificio fuera inaugurado formalmente para dar cabida a la colección de fondos del Museo Histórico Municipal y servir de escenario a actividades culturales.
La imagen de las paredes del Castillo llenas de desconchones ha sido objeto de múltiples críticas y dista mucho de la que debería ofrecer un edificio histórico rehabilitado hace pocos años. A ello se suma que la planta superior tampoco pueda ser usada a causa de un fallo de obra que todavía no se ha subsanado, lo que impide acceder a algunos de los lugares más interesantes del monumento. Así que la rehabilitación del Castillo, años después de su apertura, sigue sin haber cuajado y cosechando más muestras de rechazo que aplausos a pesar del tiempo y del esfuerzo acometido para conseguir su recuperación.
El gobierno municipal ha reconocido que está a la espera de un informe técnico encargado a una empresa especializada en patrimonio para decidir qué medidas podrían adoptarse ante el problema de los desprendimientos del revoco de las paredes, que es generalizado en todo el edificio y afecta también a las salas expositivas del interior.
Así lo afirmó ayer la concejala de Cultura, María José Foncubierta, tras inaugurar una exposición en la histórica fortaleza. El Ayumiento –precisó– recurrió a los servicios de una empresa especializada para “trabajar en la mejora de las instalaciones”, tanto en su adecuación para dar cabida al Museo de la ciudad como en lo que respecta a su mantenimiento dadas las evidentes carencias de la rehabilitación que habían aflorado en estos años. Estos trabajos, explicó, se han retrasado a causa de la pandemia, aunque hace unas semanas el equipo técnico acudió al Castillo para acometer parte del trabajo de campo. Foncubierta, en este sentido, habló de “un estudio científico que permitirá realizar un informe técnico sobre las necesidades y posibles actuaciones que se tienen que realizar” en el Castillo de San Romualdo, si bien el objeto del contrato es más amplio y abarca también “un estudio general” que incluye cuestiones de museografía o museología.
La rehabilitación del edificio, que abrió en 2017, está cada vez más cuestionada