El cardenal alemán Marx ofrece al Papa su renuncia por el escándalo de los abusos
● El también arzobispo de Múnich y Freising dice que su decisión es “totalmente personal” y que Francisco le pidió seguir en sus cargos ● “Cada uno tiene que asumir sus responsabilidades”
El cardenal alemán Reinhard Marx, ex presidente de la conferencia episcopal, provocó ayer un auténtico terremoto en la Iglesia católica germana al anunciar que ofreció a Francisco renunciar como arzobispo y reconocer así la responsabilidad de la institución en abusos a menores.
Marx, de 67 años, es miembro del C9, el Consejo de Cardenales creado por Francisco para asesorarle en sus reformas, por lo tanto un inf luyente jerarca, que explicó a la prensa que su decisión es “totalmente personal” y que el Papa le pidió que siga en sus cargos.
El también arzobispo de Múnich y Freising reveló que consultó con el Papa su decisión y que éste le autorizó a publicar la carta en la que ofrecía su renuncia, pero en una comparecencia ante la prensa agregó que “cada uno tiene que asumir sus responsabilidades”.
“Los afectados esperan una señal de la asunción de responsabilidades” dijo sin aludir a ningún otro alto cargo de la Iglesia alemana a pesar de que la decisión se interpretó como una presión clara sobre el cardenal arzobispo de Colonia, Rainer Maria Woelki.
Éste fue señalado especialmente en un informe recientemente publicado en aquella ciudad de la potente archidiócesis del oeste del país, la que tiene más fieles católicos, aunque fue exonerado de responsabilidad directa en los 314 casos de abusos considerados en un análisis que comprende casos ocurridos entre 1975 y 2018.
“Tenemos que asumir la responsabilidad de la institución”, continuó Marx al explicar las razones de su decisión y que entiende como una forma de propiciar “la renovación” de la Iglesia católica.
Insistió en que ese cambio sólo será posible “si sacamos lecciones de esto” y a continuación aludió al “camino sinodal”, la vía elegida por la Iglesia alemana para aplicar reformas internas que se basa en un debate con los fieles y que surgió tras el descontento y los deseos de cambio que generaron los escándalos de abusos sexuales.
Marx es el principal exponente de ese método a pesar de que en el pasado se encontró con resistencias dentro de la curia vaticana, como cuando el prefecto de la Congregación de Obispos, Marc Ouellet, le advirtió de que el camino escogido por la Iglesia alemana era difícilmente compatible con el derecho canónico.
Muestra reciente del talante de Marx fue esta semana su alusión en la festividad del Corpus al genocidio admitido por Alemania en su aventura colonial en Namibia o el apoyo financiero del cardenal a las misiones civiles de rescate de inmigrantes en el Mediterráneo.
En 2018, el cardenal también se significó durante el Sínodo sobre los jóvenes celebrado en el Vaticano cuando aseguró que la credibilidad de la Iglesia “aumentaría mucho más con mujeres que ocupen lugares de liderazgo en todos los niveles de la Iglesia”.