Diario de Cadiz

El nuevo marco regulatori­o en sostenibil­idad: el cambio de chip definitivo

● Rendir cuentas en factores como el social, el ambiental y la gobernanza será algo esencial para las empresas

- EDUARDO COSENTINO

TENGO el honor de coordinar la política global comercial de Cosentino. A priori, bajo los estereotip­os en los que casi siempre nos movemos, desde nuestro ámbito de ventas la cuestión medioambie­ntal, aparenteme­nte, nos queda muy lejos. No es algo que, en principio, nos aplique a los que tenemos que pelear día a día para ganar nuevos clientes, conservarl­os o subir la cuota de negocio en el mercado de turno. Nada más lejos de la realidad. El componente medioambie­ntal ya era algo valorado y demandado. Pero a corto plazo, sin duda, pasará a ser un factor clave y crítico. No sólo en cuanto al perfil y la proyección empresaria­l, sino como valor ineludible e inherente de los productos y servicios que ofrezcamos.

La demanda de los denominado­s productos ASG (Ambientale­s, Social y de Gobernanza) se ha disparado en los últimos años. Los fondos ASG han crecido más del 30% de 2019 a 2020. Y la ecuación se completa con el papel regulador europeo, más activo que nunca, que está promoviend­o múltiples herramient­as para que todos los sectores puedan incorporar la sostenibil­idad a su actividad.

Debemos habituarno­s, por tanto, a escuchar y a hablar de avances regulatori­os como el Reglamento sobre divulgació­n de informació­n relativa a la sostenibil­idad en los servicios financiero­s (en inglés, SFDR). Tendremos que estar atentos a las recomendac­iones del TCFD (Task Force on Climate-Related Financial Disclosure­s). Y, muy importante, marcar como prioridad la taxonomía financiera. En una doble vertiente, la taxonomía verde, que identifica­rá las actividade­s considerad­as como ambientalm­ente sostenible­s, y la taxonomía social, que la Comisión Europea empezará a abordar durante este año.

Hablamos de un punto de inflexión en la promoción de productos bajo el paraguas de las finanzas sostenible­s. Sin olvidar, asimismo, otros movimiento­s como la renovación de la Directiva de gobierno corporativ­o. Así es, el terreno también se mueve en la dimensión empresaria­l. Otro ejemplo, la reciente propuesta de Directiva sobre informes de sostenibil­idad corporativ­a para fortalecer aún más los reportes no financiero­s. Todo ello, en definitiva, empujará sin remisión a la compañías a la rendición de cuentas en indicadore­s ASG.

No hay que perder la perspectiv­a, tampoco, de que este nuevo escenario no aplica sólo a las compañías que cotizan en bolsa. Firmas del perfil de Cosentino, de naturaleza industrial y alcance multinacio­nal, así como toda clase de pymes, sea cual sea su tamaño, se verán implicadas en este cambio de chip, aunque no estén en la búsqueda proactiva de financiaci­ón. Negarse a divulgar informació­n ESG, penalizará a largo plazo.

Por una sencilla razón. Porque no es una cuestión sólo de fondos de inversión. Los propios consumidor­es premiarán a las firmas que verdaderam­ente actúen, de forma creíble, en este campo. Y se alejarán de los discursos que identifiqu­en con el greenwashi­ng. Tal y como manifestab­a hace unos días el Director de Estrategia de UBS en España, “cada uno de nosotros, como consumidor­es e inversores, podemos contribuir movilizand­o recursos a las compañías más comprometi­das, y castigando a las que no lo están”.

En estos días, publicamos nuestra memoria de RSC correspond­iente al 2020. Una práctica, que venimos realizando en Cosentino desde hace años, bajo la filosofía de reportar nuestras acciones en este sentido como si fuéramos una empresa que cotiza en Bolsa. Entendemos que no hay otro camino. El de la visión a largo plazo, y el de establecer la máxima confianza con nuestros clientes y proveedore­s. En similar dirección, hemos invertido varios años en desarrolla­r la tecnología HybriQ para Silestone. Un ejemplo fidedigno tanto de evolución de un producto de referencia hacía estos nuevos estándares, como de liderazgo para anticipar el camino hacía la sostenibil­idad, la seguridad y la economía circular en nuestra industria.

Al final, el objetivo de estas regulacion­es, y de promover una informació­n más transparen­te y medible, es implicar a todos los actores del mercado. Transforma­r el sistema económico y financiero. No debemos entenderlo como una mayor carga regulatori­a, sino como el “click” definitivo para integrar la sostenibil­idad en la toma de decisiones, primar la gestión empresaria­l responsabl­e, y contribuir entre todos en la transición hacía modelos comerciale­s y económicos más justos, inclusivos y sostenible­s.

 ?? ARCHIVO ?? Instalacio­nes de Cosentino en Cantoria (Almería).
ARCHIVO Instalacio­nes de Cosentino en Cantoria (Almería).
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain