El arte del refinamiento
● La actual Consejería de Cultura conserva mucho de los elementos decorativos de la antigua casa familiar de los Gómez Aramburu
LA casa que se puede contemplar en estas páginas es de las casas gaditanas del centro de Cádiz que aún conserva la arquitectura y gran parte de elementos decorativos de la época en que se construyó.
En la entrada, se puede leer en una trabajada cancela de hierro la fecha de la casa, que data de 1861. En esa época era la casa familiar de José Esteban GómezPablo Peñasco y su mujer Luisa Aramburu Fernández. De los 16 hijos del matrimonio sobrevivieron 8 y a la muerte del matrimonio, la casa pasaría a la antepenúltima hija, Aurora Gómez Aramburu, casada con Joaquín Abarzuza Rodríguez de Arias. Este matrimonio no tuvo hijo y la casa pasaría a su sobrina María Martínez del Cerro Gómez y más tarde sus herederos venderían la propiedad. Actualmente está ocupada por la Delegación Territorial de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía.
La casa ha sabido conjugar la funcionalidad actual del edificio con sus elementos originales, conservando su arquitectura y el refinamiento de los elementos decorativos de la época.
La finca refleja la arquitectura gaditana en su construcción con la planta baja y tres plantas y con un patio de entrada y un patio interior.
Su entrada es parte del rico decorado de su interior, con sus paredes revestidas de azulejos de cuerda seca y artesonado de estilo mudéjar. También en la entrada, se encuentra una puertas de cristales y caobas y una importante cancela de hierro con la fecha de la construcción de la vivienda.
En la planta baja se encontraba la biblioteca y los salones de recibo y despacho. Una bonita escalera de mármol, con baranda con adornos florales, comunica con las diferentes plantas de la casa.
En la entreplanta se encontraba el costurero, el oratorio familiar, salón y dormitorio con baño y cuarto de armarios. En la planta principal, con sus techos más altos, se encontraba la parte noble con el salón principal, el comedor, dormitorio, baño y parte de servicio. Y la tercera planta estaba destinada para el servicio y cuartos de armarios.
La planta baja, con su solería de mármol y puertas de caobas, conserva en su parte interior unos bonitos paneles revestido de barro y azulejo de Triana junto con arcos con yesería y cerámicas. También se aprecia un bonito azulejo que representa la
Virgen del Rosario antigua, realizada en cerámica de Triana.
En la entreplanta se ubicaba un salón, el cual conserva la chimenea de carbón y una pareja de alacenas, todo de la época.
El rellano de la escalera en las diferentes plantas conserva unas vidrieras antiguas de cristal emplomado enmarcada por yesería estilo renacentista.
La planta principal o noble de la casa destaca de las demás por la altura de sus techos, característica muy común en la arquitectura de la construcción de la casa. En ella, se encuentra el salón principal de la casa, donde los espejos que lo decoran con ricas yeserias amplía la visión de todo el espacio. Uno de los elementos decorativos que protagoniza este espacio es una chimenea de mármol inglesa con embocadura de hierro fundido. Todos sus frontales se hallan decorados con temas musicales y en sus techos se aprecian los ricos decorados con yesería estilo Luis XV. También digno de mencionar son los relieves en óvalo que decoran sus puertas, también de estilo Luis XV.
En otra de las zonas de la galería de la planta principal, se puede ver una columnas de hierro fundido de gran altura que comunicaba con el comedor antiguo de la casa. Este comedor conserva una importante puerta de cuarterones de madera de cedro que comunicaba con el salón y un techo decorado con casetones de madera de estilo renacentista.
Agradecimiento a Mercedes Colombo, delegada territorial de Cultura y Patrimonio Histórico, y José María Rodríguez Núñez por su colaboración.