Adiós Valcárcel, adiós
● Una reflexión tras la visita del consejero de Universidad de la Junta a Cádiz
Con la nueva visita del consejero señor Velasco podemos confirmar que no es voluntad del mismo y por supuesto de su Consejería que Valcárcel sea una realidad universitaria.
Lo que nos lleva a hacer esa afirmación, es la idea que nos deja después de su visita, de que la Junta, aunque está por la labor, no está dispuesta a poner fondos. Dice que sería irresponsable invertir 40 millones de euros en ese proyecto porque sería una falta de respeto a muchas personas que no han visto aún cumplidas sus necesidades sociales. Curiosamente la irresponsabilidad es flexible porque a la junta no le parece falta de respeto invertir 5 millones en desarrollar un complejo deportivo en el colegio de los Marianistas de Jerez, supongo que porque entra dentro de las necesidades sociales que muchas personas están esperando ver cumplidas.
La realidad es que esto no es un quiero y no puedo, yo diría que es más bien un puedo y no quiero. El señor consejero nos advierte que esto ha de ser un proyecto de ciudad que implique a Universidad, Ayuntamiento, Diputación y Junta de Andalucía, aunque esta última solo participaría si hubiera fondos europeos para ello, no piensa poner ni un duro porque tiene cosas más importantes en lo que gastar nuestros dineros.
La realidad es que un proyecto como este, tan solo necesitaría de un compromiso de 10 millones de euros por parte de la Junta durante 3 años, tiempo aproximado de ejecución del proyecto, que no creo que hunda unas arcas institucionales que ponen en juego 34.000 millones anualmente en su presupuesto. También requeriría autorización para que la UCA pueda disponer durante el mismo tiempo de 3,5 millones de euros anuales de sus remanentes, algo más realista que pedirle que invierta los 20 millones que les autorizan, en un solo proyecto y en una sola anualidad.
Seamos realistas, esta Junta de Andalucía no está por la labor y este proyecto de hacer de Valcárcel sede universitaria no está en sus planes ni pretende que sea posible.
A la Junta se le olvida que el edificio de Valcárcel es un Bien de Interés Cultural de la ciudad de Cádiz a la que la administración tiene obligación de conservar y mantener.
Al consejero se le olvida que la Universidad de Cádiz necesita de forma urgente una nueva sede para su Facultad de Educación y Valcárcel por su ubicación, el campus de Cádiz, equilibra una distribución pactada entre todas las fuerzas sociales de cómo, en esta provincia anómala en distribución de habitantes, establecer una universidad que abarcara y atendiera a todos sus habitantes a la vez que recogiera la tradición de distribución de centros que la universidad matriz, la Universidad de Sevilla, nos dejó como herencia.
Al señor consejero se le escapa por las rendijas de sus declaraciones que su intención pasa por fortalecer a las tres universidades grandes, Sevilla, Granada y Málaga, y dejar languidecer a las restantes que considera que nunca podrán darle el caché que él quiere dejar de herencia de su paso por la política. Véase su plan de financiación que hará más grande a las grandes y más pequeñas a las pequeñas. Una Junta de Andalucía que recorta 142 millones de euros a las universidades y se vanagloria de tener en 2020 más de 1.800 millones de superávit, o niega la posibilidad de un proyecto de 40 millones por irresponsable pero vende gastar más de 300 millones en un proyecto quizás menos necesario, porque ya están cubiertas esas necesidades
Al señor consejero se le olvida que esta ciudad y sus instituciones, Ayuntamiento, organizaciones empresariales, culturales y orgánicas ya se han pronunciado al respecto solicitando por activa y por pasiva que se rehabilite Valcárcel y que sea para reforzar a su universidad. Que ya lo han hecho un proyecto de ciudad, con su Diputación cediendo el espacio necesario. La verdad es que a los ciudadanos ya no nos queda más que encadenarnos a la cancela del edificio o abrir una suscripción popular para que a modo de la Sagrada Familia de Barcelona, ir rehabilitando el edificio en función de los fondos obtenidos. Al fin y al cabo si cada gaditano aporta 40 euros anuales en 10 años ya tenemos todos los fondos necesarios, menos de lo que llevamos esperando que se rehabilite el edificio.
La verdad es que no soy optimista de que este proyecto se lleve a cabo y por ello creo que hay que decir: Adiós Valcárcel, adiós, porque como BIC te veo convertido en solar baldío. Adiós Valcárcel, adiós porque ya no podrás ser el motor económico que se pretendía para un barrio deprimido como es el Barrio de la Viña de Cádiz. Adiós Valcárcel, adiós porque ya no podrás formar parte del experimento social que sería incorporar una Facultad de Educación en uno de los barrios con índices de cualificación más bajos laboralmente por culpa de la falta de formación de sus habitantes.
La verdad, Valcárcel, es que ya eres una figura más del anecdotario de la ciudad de los lugares inexistentes para que los gaditanos puedan decir: nos vemos en Valcárcel, como ya decimos nos vemos en la plaza de toros, en los cuarteles de Valera o delante de Radio Juventud.
Adiós Valcárcel, adiós. Despidámonos de ti mientras podamos y esperemos que tu caída no sea lenta y dolorosa.
La UCA necesita de forma urgente una nueva sede para su Facultad de Educación