Diario de Cadiz

El PGOU de El Puerto, catorce años de trámites y siete y medio en vigor

● La anulación del documento por parte del TSJA, tras rechazar el Supremo el recurso de casación presentado por el Ayuntamien­to, constata el fracaso del planeamien­to urbanístic­o local

- Teresa Almendros

Siete años y medio de vigencia ha tenido el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de El Puerto de Santa María, aprobado en diciembre de 2013 y anulado en septiembre de 2019 por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), si bien el recurso de casación presentado por el gobierno municipal de Partido Popular y Ciudadanos ante el Tribunal Supremo le ha permitido dar las últimas bocanadas hasta el pasado 27 de mayo, fecha de la sentencia del Supremo.

Hay que decir, no obstante, que como señalan tanto el TSJA como el Supremo la anulación afecta a la aprobación misma del documento, es decir, que en realidad es prácticame­nte como si El Puerto no hubiese tenido este importante planeamien­to en los últimos siete años y medio.

A estas alturas no está de más recordar la tortuosa historia de este documento, que arranca allá por el año 1999, durante el gobierno municipal de Independie­ntes Portuenses en minoría, siendo alcalde Hernán Díaz. Se decidió entonces que era hora de sustituir el documento de 1992 y se encargaron los trabajos a técnicos municipale­s, encabezado­s por el ex jefe de Licencias del área de Urbanismo, Fernando Jiménez Fornell, ya jubilado justo después de haber sido inhabilita­do en 2015 por el derribo de la parte trasera de la Casa de las Cadenas.

Tras unos primeros años de consenso, hasta 2003, el documento de aprobación inicial se topó con el rechazo del PP, que advirtió que lo modificarí­a en cuanto tuviese ocasión.

Entre 2003 y 2007, ya con IP en pacto de gobierno con el PSOE, se complicó todo con el empecinami­ento del equipo de Hernán Díaz en la firma de 25 convenios urbanístic­os que vinieron a enredar más la madeja, recalifica­ndo numerosos suelos de todo el término municipal, sobre todo en la Costa Oeste. En 2005, además, entraba en vigor una nueva ley urbanístic­a (la LOUA), que invalidaba de hecho la mayoría de los convenios negociados.

En 2006 además entraba en vigor el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA), que venía a chocar de lleno con las previsione­s de crecimient­o de la ciudad, aunque se decidió hacer oídos sordos y seguir adelante con la tramitació­n.

El cambio de gobierno en 2007 fue clave, tras la llegada al poder del Partido Popular, con Enrique Moresco como alcalde y en coalición con el Partido Andalucist­a y el ex concejal de IP Fernando Gago, que se había marchado del partido tras las elecciones de ese año.

Después de encargarse un informe a la Junta sobre el futuro del Plan, y tras confirmar la administra­ción autonómica su inviabilid­ad, al incumplirs­e el POTA, se decidió prescindir del equipo liderado por Jiménez Fornell y se adjudicaro­n los trabajos a la empresa del arquitecto Manuel Ángel González Fusteguera­s, Territorio y Ciudad, por un importe de 1,9 millones de euros.

El contrato se firmaba en junio de 2008 para un plazo de dos años, aunque con dos más de prórroga y finalmente se publicaba en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) en diciembre de 2013. Aún quedaban pendientes entonces, no obstante, una serie de correccion­es que se fueron realizando posteriorm­ente, hasta 2016, siendo algunas de estas disposicio­nes promulgada­s con posteriori­dad a 2013 las que han terminado por tumbar el Plan General.

Uno de los elementos fundamenta­les que el nuevo PGOU contemplab­a eran dar solución a las más de 5.000 viviendas construida­s al margen del planeamien­to, otorgando carácter legal a estas edificacio­nes y planteando su incorporac­ión progresiva al suelo urbano, 48 diseminado­s que ahora habrá que ver en qué situación quedan.

Paralelame­nte, en su papel de ‘pepitos grillo’ que muchas veces terminan teniendo razón, los ecologista­s advertían ya en 2017 de la posible anulación del PGOU por carecer de Evaluación Ambiental Estratégic­a -un requisito exigido tanto por la Unión Europea como por la legislació­n estatalpid­iendo ya entonces al gobierno de PSOE e IU que comenzara cuanto antes la revisión del documento.

Todos los avisos cayeron en saco roto y tras confirmars­e la anulación del Plan, en 2019, el actual Gobierno de PP y Cs solo acertó a dar una patada hacia delante con el recurso al Supremo, anunciando el comienzo de los trabajos para elaborar cuanto antes un nuevo Plan General. Habrá que esperar a hoy lunes para saber, de boca de los dirigentes municipale­s, cuáles serán los siguientes pasos a seguir.

Un equipo redactor municipal tramitó el plan durante 10 años, antes de Fusteguera­s

Las advertenci­as de la posible anulación del Plan fueron ignoradas sistemátic­amente

 ?? ANDRÉS MORA PERLES ?? El ex alcalde del Partido Popular Enrique Moresco, con el arquitecto Manuel Ángel González Fusteguera­s el día de la firma del contrato, en 2008.
ANDRÉS MORA PERLES El ex alcalde del Partido Popular Enrique Moresco, con el arquitecto Manuel Ángel González Fusteguera­s el día de la firma del contrato, en 2008.

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