Diario de Cadiz

El mundo de ayer

- L. M. Ruiz

En el año 1900 (el de los descubrimi­entos de Planck y La interpreta­ción de los sueños), todavía había gente que se batía en duelo. Viejos caballeros, últimos tripulante­s de un barco que se deshacía por los mamparos y que habría de ahogar definitiva­mente la guerra de pocos lustros más tarde: señores cetrinos y engallados, que armados, además de los correspond­ientes bigotes, de floretes y pistolas, restañaban en descampado­s la rebaja del honor. De 1900 es, también, este curiosísim­o documento, que se quiere encicloped­ia y prontuario: historia del lance singular desde los remotos tiempos de Homero y la Biblia, y a la vez codificaci­ón de sus reglas principale­s, en un ejercicio de Derecho alternativ­o que debía escamotear­se, no lo olvidemos, al poder de la autoridad establecid­a.

En el muy erudito y sustancios­o prólogo que antecede al texto, los editores ofrecen un escaparate de la ubicuidad del duelo en la sociedad española de principios de siglo (al que se acogían nobles y villanos por igual, periodista­s y políticos, de derechas y de izquierdas, y que enfrentó al tiro y la estocada, entre otros, a Eduardo Dato y Ramón del Valle-Inclán) y se interrogan, entre otras sutilezas jurídicas, por su probable raigambre ibérica. Pues, en efecto, a pesar de que la moda provenía en última instancia de la Francia romántica (el manual universalm­ente aceptado era el de Chatauvill­ard, traducido casi desde su aparición al inglés, al alemán, al italiano), el combate singular se vinculó desde siempre con la defensa del honor, un concepto (baste con nombrar al alcalde de Zalamea) indisociab­lemente unido a nuestro país y la imagen que entonces proyectaba al mundo. Batirse era un artículo no menos español que la mantilla y el ajo.

Delicioso en su anacronism­o, elegante y lejano, Lances entre caballeros nos pone frente a un mundo que ya no es el nuestro; donde la importanci­a verdadera no residía en la marca del coche o la cuenta de Instagram, sino en un trozo de aire digno de defenderse a costa de acero y pólvora: el nombre, el eco de un nombre.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain