Primera noche como Rey en el Alcázar tras cenar en Arahal
El Real Alcázar de Sevilla es el palacio real en uso más antiguo de Europa y la noche del domingo al lunes retomó su función. Su Majestad Felipe VI pernoctó en los aposentos reales situados en el llamado Cuarto Real Alto, gestionado por Patrimonio Nacional. Ha sido la primera vez que Felipe VI duerme en el Alcázar sevillano siendo Rey de España. Ya lo hizo como príncipe hace 26 años, con motivo de la boda de la infanta Elena con Jaime de Marichalar, un acontecimiento que tuvo lugar el 18 de marzo de 1995. Entonces, toda la familia real, con los reyes don Juan Carlos y doña Sofía a la cabeza, durmieron en el Alcázar. El joven Felipe abandonaba el recinto acompañado por su madre para dirigirse a la Catedral.
Su Majestad el Rey llegó el domingo a Sevilla tras acompañar en Cádiz al buque-escuela de la Armada Juan Sebastián de Elcano en su llegada al Puerto de la Bahía de Cádiz tras culminar su undécima vuelta al mundo, en conmemoración de la gesta de la primera circunnavegación a la Tierra. Llegó a Sevilla para recibir la medalla de honor de Andalucía, aunque también para acudir al primer partido de la Selección Española de fútbol en la Eurocopa, que fue anoche en el estadio de La Cartuja contra Suecia.
Antes de llegar al Alcázar, según informa Efe, el Rey cenó por sorpresa en una bodega de la localidad sevillana de Arahal, en una visita informal. El establecimiento señaló que conocieron a última hora de la tarde que Felipe VI cenaría en su establecimiento junto a varias personas de su cuerpo de seguridad, y para ello prepararon una mesa al fondo del local, en el que estuvo hasta las 23:30.
El Ayuntamiento de la localidad confirmó que la visita fue de carácter privado y sólo se avisó a los propietarios del local, con medidas de seguridad leves, como retirar las mesas exteriores del local. Además, no fue necesario establecer ningún dispositivo de tráfico, al estar la bodega en una calle de fácil acceso, con poco tráfico a esa hora y cerca de la salida de la localidad hacia la A-92. A la salida de la cena, varios vecinos le esperaban tras conocer la noticia, y para despedirle con aplausos, después de hacerle varias fotos y vídeos; incluso el rey se fotografió con una niña a la puerta del bar.