La negociación del tratado sobre Gibraltar y el ‘Brexit’ se demora
El acuerdo debería estar listo en 15 días, pero Madrid y Londres aún no lo han abordado
Entre Belfast y el Campo de Gibraltar hay más de 3.000 kilómetros. Sin embargo, las tensiones en la capital de Irlanda del Norte son tales que se hacen notar en una comarca donde resurge la preocupación por la demora en la cristalización de un tratado que facilite las relaciones a ambos lados del paso fronterizo del Peñón después del Brexit. Hace casi seis meses que los gobiernos de España y el Reino Unido alcanzaron un principio de acuerdo histórico que prevé incluir a la Roca en el espacio de Schengen y trasladar el control fronterizo europeo al aeropuerto y puerto de la colonia, dejando expedita la conexión entre La Línea y el Peñón. Pero cuando los trabajadores transfronterizos atraviesan la Verja lo que observan todavía es que continúa la remodelación del paso aduanero como si aquella Nochevieja en la que la ministra de Exteriores española, Arancha González Laya, lanzó un mensaje “para la esperanza” no hubiera ocurrido.
La negociación entre la Unión Europea y el Reino Unido para convertir el principio de acuerdo en un tratado no es que esté estancada, es que ni siquiera ha comenzado, aunque la estimación de España era que antes del 30 de junio estuviera ya “ratificado”. Si España y el Reino Unido ya habían alcanzado un consenso –que cuenta con el beneplácito de Gibraltar– está claro que el problema no está aquí, sino a más de 3.000 kilómetros.
El foco está sobre lo que se conoce como la “guerra de las salchichas”. El Protocolo de Irlanda del Norte, la solución firmada por Johnson para sellar la salida de la UE, ha provocado serias disrupciones en el territorio, sobre todo entre los unionistas, que se sienten traicionados por Londres con la imposición de facto de una frontera en el mar de Irlanda con el resto del Reino Unido. Bruselas exige controles aduaneros sobre las mercancías que viajan desde Gran Bretaña a Irlanda del Norte, porque el protocolo estableció que esta región seguiría formando parte del Mercado Interior de la UE para garantizar los acuerdos de paz. Londres quiere más f lexibilidad.