La Marcha de las Banderas tensa la frágil calma en Oriente Próximo
Los palestinos consideran una provocación el desfile de ultranacionalistas israelíes en Jerusalén
Alrededor de un millar de palestinos se unieron ayer a protestas a lo largo de la zona fronteriza entre la Franja de Gaza e Israel contra la Marcha de las Banderas, un desfile de ultranacionalistas israelíes que se celebró por las calles de Jerusalén y era visto como una provocación por los palestinos.
Fuentes de seguridad palestinas y testigos presenciales indicaron a Efe que la mayoría de las protestas tuvieron lugar cerca de la valla fronteriza al este de la ciudad de Jan Yunes, en el sur de la Franja, y en la zona norte de la ciudad de Beit Hanoun, en el norte del enclave costero.
Los testigos contaron que soldados israelíes apostados en la zona fronteriza abrieron cartuchos de gas lacrimógeno y munición real para dispersar a los manifestantes que se acercaban a la valla de la frontera, aunque no se informó de heridos.
Mientras tanto, un grupo de activistas palestinos, miembros de las conocidas como las unidades perturbadoras nocturnas, anunciaron en un comunicado que organizarán protestas nocturnas cerca de la fronteras con Israel.
Las manifestaciones en Gaza son una protesta a la Marcha de las Banderas, que reivindica la soberanía israelí sobre la Ciudad Santa ya que conmemora lo que los israelíes consideran la reunificación de la urbe en 1967, que para los palestinos marca el inicio de la ocupación en Jerusalén Este, por donde circula la mayor parte del desfile.
La celebración de esta marcha obligó a las autoridades israelíes a aumentar la seguridad ante el riesgo de que el desfile, organizado por jóvenes ultranacionalistas, desemboque en violencia y provoque agresiones desde Gaza después de que el movimiento islamista Hamas llamara a un Día de la Ira en represalia.