Un cuarto de siglo premiando arte El teatro simbolizado en el trofeo: la manzana con antifaz de Joan Brossa
● Cádiz acogerá el próximo lunes la gala de entrega de la 26 edición de los Premios Max, que deben su nombre a Max Estrella, el protagonista andaluz de la obra ‘Luces de bohemia’
El Gran Teatro Falla se vestirá de gala el próximo lunes para acoger la entrega de galardones de los Premios Max, el culmen de las artes escénicas españolas que alcanza su edición número 26 y que, por tanto, lleva ya un cuarto de siglo premiando las creaciones artísticas que se multiplican por los escenarios. Unos premios los Max que comenzaron a entregarse en 1998, de la mano desde entonces de la Sociedad General de Autores (SGAE) que los creó, y que han ido labrando su prestigio a golpe de calidad artística y reconocimiento. Premios, además, que rinden también tributo con su nombre a Max Estrella, el icónico y andaluz protagonista de la obra con la que Ramón del Valle-Inclán elevó el esperpento, y con él su ácida y crítica visión social de la humanidad, casi a la categoría de género dramático.
Como se explica en la página web de los premios, Desde su creación, estos galardones se han caracterizado por “la originalidad de la gala de entrega, de temática diferente cada año, y por su carácter itinerante, que hace que cada edición sea acogida por una nueva ciudad que le aporte un aroma especial. Así, hasta ahora han acogido los premios Madrid, Barcelona, Sevilla, Bilbao, Valencia, Vigo, Zaragoza, Guadalajara, Las Palmas de Gran Canaria, Córdoba, Valladolid, Málaga y Maó, en Menorca, donde se celebró la última gala”. Una itinerancia que solo se rompió entre 2012 y 2014, con tres ediciones consecutivas en Madrid antes de volver a recorrer la geografía escénica española.
Y este camino trae los Max hasta Cádiz, al Gran Teatro Falla, que el próximo lunes acogerá una gala que se anuncia con sabor y talento gaditanos, a partir desde luego de sus directores Ana López Segovia y José Troncoso, y que, eso sí, no contará con ningún finalista local pese a que varias propuestas lograron superar la primera criba de los galardones. Si puede haber, en todo caso, triunfadores andaluces, pues son varios los artistas y obras que optan a llevarse la característica manzana con antifaz. La gala
El poeta y artista plástico Joan Brossa es el creador del trofeo Max de las Artes Escénicas. La escultura que se entrega a los ganadores constituye una metáfora del teatro: “La manzana redonda y plateada, del tamaño de un puño y con un antifaz dorado simboliza el teatro porque, según palabras de su creador, ‘parece una cabeza y al mismo tiempo una manzana, un fruto
podrá seguirse en directo, como es habitual, por la segunda cadena de Radio Televisión Española.
Veinte son en total las categorías escénicas premiadas en los Max: mejor espectáculo de teatro, danza, musical o lírico, de calle, para público infantil, juvenil o familiar y mejor espectáculo revelación. También se reconocen la mejor autoría teatral, la autoría revelación, la mejor adaptación o versión de obra teatral o coreográfica, composición musical para espectáculo escénico y mejor coreografía.
Los Premios Max rebuscan también detrás del escenario y hasta en los despachos y talleres escénicos del país, con premios a la mejor
Trece ciudades han acogido hasta la fecha la entrega de los premios; Cádiz será la catorce
pecaminoso y frívolo; el antifaz aporta la dimensión dramática y el misterio escénico’”. Brossa nació en Barcelona en 1919 y murió, también en la Ciudad Condal, en 1999, sólo un año después de que se crearan los premios. Fue uno de los impulsores del grupo plástico poético catalán Dau al Set, uno de los colectivos renovadores del arte español de posguerra.
labor de producción, dirección de escena, diseño de espacio escénico, diseño de vestuario y diseño de iluminación.
La amplia mirada de estos premios se completan con los considerados galardones principales, los que muchas veces llevan, y no siempre, nombres y apellidos reconocibles por el público y que se reparten a la mejor actriz, el mejor actor, la mejor intérprete femenina de danza y el mejor intérprete masculino de danza.
Hay, además, tres categorías especiales más genéricas, como son el Max de honor, el Premio Max aficionado o de carácter social y el Premio Max aplauso del público. En Cádiz serán los catalanes de
Tricicle quienes reciban el reconocimiento a toda una carrera con un Max de honor que en otras ediciones se han otorgado, desde 1999, a una prestigiosa nómina que incluye a Antonio Buero Vallejo, Adolfo Marsillach, Antonio Gala, José Tamayo, Alfonso Sastre, Francisco Nieva, José María Rodríguez Méndez, Pilar López, Fernando Arrabal, Víctor Ullate, Miguel Narros, Josep María Benet i Jornet, José Monleón, Julia Gutiérrez Caba, Ana Diosdado, María de Ávila, Rosa María Sardà, Lola Herrera, Salvador Távora, José Sanchís Sinisterra, Concha Velasco, Nacho Duato, Gemma Cuervo y José Luis Alonso de Santos.
Los objetivos que desde su fundación se marcó la SGAE con la concesión de estos galardones son: “Reconocer el trabajo realizado de creadores, intérpretes y productores; alcanzar la máxima difusión de los trabajos más destacados en la pasada temporada; lograr la máxima implicación de la sociedad en estrecha colaboración con el sector profesional, los agentes culturales, públicos y privados, y dar a conocer el talento artístico de profesionales locales a través de su participación en la creación y desarrollo de la gala, realizada cada año en diferente ciudad”.
“El carácter itinerante y la elección de espacios emblemáticos para la gala de los Premios Max representan –según se señala en su página web– una de las señas de su indiscutible singularidad. Así, cada año, estos premios viajan con su equipaje festivo y espectacular de una comunidad autónoma a otra como metáfora de las giras de las compañías de teatro y danza, convirtiendo a las artes escénicas en un arte vivo y activo en nuestro país, y un referente importantísimo de nuestra riqueza cultural”.
La carreta de los Max, pues, llega este año a Cádiz en un año en el que la cultura ha empezado pisando fuerte con el ya destacado e histórico Congreso de la Lengua, y que ahora avanza un poco más con estos galardones que convertirán por unas horas a la ciudad en capital de las artes escénicas españolas”.