España podría seguir los pasos de Italia
Cuestiones como los derechos de propiedad intelectual o la filtración de datos son ya casos que han saltado en los nuevos generadores de IA, como Chat GPT-5 o Dall-E. Margarita Castilla Barea especifica las diferencias que hay entre ambos supuestos en nuestra legislación: mientras que plagio es un delito previsto en el Código Penal –siendo los titulares los que tendrían que demandar–, no se consideran en nuestro país un derecho fundamental, como sí lo es la filtración de datos. Una filtracion de datos (que ChatGPT ya ha tenido) es algo que “puede desembocar en una importante multa, aparte de que las personas perjudicadas puedan ademas directamente ejercer otros derechos e incluso solicitar una indemnización por daños y perjuicios”.
De hecho, la vecina Italia “ha paralizado cautelarmente ChatGPT por varias razones basadas en un posible incumplimiento de la normativa europea de protección de datos. Según el REGPD, si la compañía (OpenIA) opera en territorio europeo y trata datos de internautas que están en Europa, debe cumplir nuestras normas, que exigen una transparencia importante respecto al tratamiento de datos. Italia ha entendido que no se cumple esta condición y acusa, además, a la empresa, de que no cuenta con un mecanismo fiable de verificación de la edad”. Otros países europeos, entre ellos España, se lo están planteando: “Ayer, 13 de abril –continúa la especialista– se reunió el Comité Europeo de Protección de Datos y se acordó constituir un grupo de trabajo para comprobar todos los problemas y posibles incumplimientos que se están atribuyendo a ChatGPT. Nuestra Agencia Española de Protección de Datos también ha abierto ya su propio procedimiento con el mismo fin, así que podrían seguirse próximamente los mismos pasos que se han dado en Italia”.