Los e-fuels se perfilan como una alternativa al mononopolio eléctrico
● Los combustibles sintéticos no aportarán CO2, aunque sí otras emisiones y algunas incertidumbres
LA Comisión Europea y el gobierno alemán han alcanzado un acuerdo de cara a que los automóviles nuevos con motores de combustión puedan seguir vendiéndose después de 2035. Esto será sólo posible siempre que funcionen con un combustible neutro en emisión de carbono y conforme a la norma Euro 6. Así, el compromiso afectará exclusivamente a los vehículos que utilicen combustibles sintéticos o e-fuels.
Para su producción son clave tanto el hidrógeno obtenido por electrolisis del agua -proceso en el que es clave la electricidad de origen renovable- como el CO2 capturado en la atmósfera. La combinación de elementos da lugar a los efuels, combustibles que cuando se queman sí provocan emisiones de CO2, pero que quedan compensadas por el dióxido de carbono utilizado para su elaboración.
Todo apunta a que los coches que utilicen estos combustibles sintéticos, de cara a la normativa europea, una categoría específica.
En todo caso, hay cierta incertidumbre en tanto que aún se trata de combustibles en fase de experimentación, de precio aún no determinado -en su día, el CEO de Porsche dió como posibles dos dólares po litro cuando se alcance el nivel industrial de producción, 1.400 veces más asequible de lo que actualmente cuesta- y su uso podría implicar adaptaciones significativas en los motores. Su combustión, asimismo, seguirá emitiendo otro tipo de contaminantes a la atmósfera, como es el caso de los NOx y partículas.
Según el acuerdo, la Comisión permitirá que estos vehículos cuenten para los objetivos de CO2 de automóviles de la UE. También se llegó al compromiso de que la Comisión presentare una declaración que establezca el enfoque legislativo que permitirá que los automóviles que sólo funcionan con e-fuels se puedan registrar después de 2035.
Ante estos acuerdos, que responden a satisfacer la postura de Alemania y evitar su veto, a la vez que se defiende desde la UE que no afectarán al acuerdo cerrado ya entre el Parlamento Europeo y los Veintisiete en cuanto a la prohibición de comercializar los vehículos e combustión a partir de 2035.
ONG como Transport & Enviroment, han mostrado su insatisfacción frente a esta medida adoptada por la UE. Así, Julia Poliscanova, directora sénior de vehículos y movilidad expresó que “Europa necesita avanzar y dar claridad a su industria automotriz, en una carrera con EE.UU. y China. Los combustibles sintéticos son una desviación costosa y enormemente ineficiente de la transformación a la electricidad que enfrentan los fabricantes de automóviles de Europa. Por el bien de la credibilidad climática de Europa, el acuerdo de vehículos de cero emisiones para 2035 debe convertirse en ley sin más demora”.
Por el contrario, entre los defensores de estas “gasolinas ecológicas” están marcas como Porsche, que está realizando una considerable inversión en su desarrollo -por el momento ha anunciado que hasta 100 millones de euros- dado que las previsiones apuntan a un crecimiento rápido de su uso.
Según portavoces de la marca, los e-fuels que hoy se producen en su planta Haru Oni en Puntas Arenas (Chile), junto a socios como Siemens Energy y ExxonMobil, tienen características semejantes al queroseno, gasóleo o gasolina producidos con petróleo.
Entre las ventajas asociadas a estos combustibles sintéticos que aportan algunos expertos estaría, además de la facilidad de uso, una densidad de energía superior a la de alternativas como el hídrógeno, además de la cadema de producción sería compatible con la actual industria petroquímica.
En España también hay apuestas por los e-fuels y así Repsol tiene previsto construir en Vizcaya una de las mayores plantas de producción de combustibles sintéticos. Estaría operativa el año próximo.