“No estoy satisfecho porque nadie me devolverá a mi hija”
Juan Ramón Ojeda, padre de una de las fallecidas, Sara, dice que le parece una “condena ridícula”
Juan Ramón Ojeda es el padre de Sara, una de las dos trabajadoras que perdieron la vida hace casi seis años por la deflagración del transformador 29272 en el hotel 100% Fun, en Tarifa. Tenía 32 años y formaba parte del equipo de cocina. La joven falleció varios días después del accidente en el hospital Puerta del Mar de Cádiz como consecuencia de las gravísimas quemaduras sufridas en más del 90% de su cuerpo. Fue enterrada en Facinas, pedanía de donde es natural su padre.
“Nunca voy a estar satisfecho con la sentencia porque nadie va a devolverme a mi hija”, comparte Juan Ramón Ojeda a preguntas de este medio cuando, por fin, se conocen los detalles de la sentencia de conformidad que ha cerrado el proceso.
“El fallo reconoce la culpabilidad de Endesa y demuestra que las víctimas teníamos razón. Insistiremos para que la Junta de Andalucía adopte más medidas preventivas de cara al futuro y modifique los protocolos de revisión de los transformadores”, dice y añade Ojeda que la asociación de afectados ha enviado un escrito al Defensor
del Pueblo Andaluz para evitar, en la medida de lo posible, que se repitan tragedias como la del 100% Fun. “Al menos, que hayamos aprendido algo de esto”.
La condena se limita a penas de multa para En des a, como responsable civil solidario, que deberá indemnizara los afectados .“A mi familia, nos parece una condena ridícula ”, aunque añade el padre de Sara que, al tratarse de una sentencia firme, sin posibilidad de recurrir, ayudará a que todos cierren, de algún modo, ese capítulo vital casi seis años después.
“Mi mujer y yo estamos al borde de la jubilación. No nos habría importado esperar y llegar a juicio, pero los otros chavales –los seis trabajadores heridos– no están en las mismas condiciones y deben seguir con sus vidas. Con este acuerdo, se satisfacen las exigencias económicas”, argumenta Juan Ramón Ojeda para concluir que “las dos partes, Endesa y las víctimas, hemos cedido”.