TURISTIFICACIÓN
LAS líneas aéreas de bajo coste, los apartamentos turísticos, los cruceros y la mejora de la calidad de vida de las sociedades occidentales, han democratizado el turismo. Podemos decir que todos somos turistas. Aquellos que se consideran a sí mismos viajeros o aventureros son tan turistas como el que hace un crucero por el Mediterráneo o se va unos días a Londres o París. Muchas ciudades se han convertido en parques temáticos, los vecinos del centro se han trasladado a vivir a otros barrios. En Venecia, incluso, han puesto un aforador. Barrios como el Gótico de Barcelona, Santa Cruz de Sevilla, Malasaña en Madrid, han sido copados por tiendas y viviendas para turistas. Cádiz se llena de cruceristas que llegan a las 8 de la mañana y se van a las seis de la tarde, en verano los sevillanos , madrileños y vizcaínos toman al asalto la ciudad hasta el punto de que es imposible sentarse en una terraza si no se tiene reserva, con colas de coches para llegar al centro. El Ayuntamiento de Cádiz aprobó una regulación para los apartamentos turísticos tras un informe que hizo Fernando Visedo, el arquitecto de Podemos que dijo en campaña que con dos millones se arreglaba el problema de la vivienda en Cádiz. Tras más de un año de vigencia de la norma, los alquileres siguen subiendo en contra de lo pronosticado por Martín Vila, que se apostó
Aquellos que se consideran a sí mismos aventureros son tan turistas como el que hace un crucero por el Mediterráneo
con quien esto firma una tapa de ensaladilla a que iban a bajar, que no ha pagado. Los descerebrados de Calle Viva, el artefacto creado por el que fuera diputado de Podemos y profesor del Balbo, Jesús Rodríguez, se han dedicado a perseguir cruceristas, edificios de apartamentos y actividades turísticas. Nadie tiene en cuenta, al parecer, la cantidad de empleo que deja el turismo en la ciudad. Dicen los de Adelante que ellos defienden un “turismo de convivencia”. No se sabe muy bien en qué consiste eso porque al final los turistas irán donde haya oferta de alojamiento , sin convivir con los vecinos. Digo más: la gente del Equipo de Gobierno también viajan en vuelos de bajo coste o en coche, no sé si se alojan en el Hotel Las Truchas, en apartamentos turísticos o en chalets con piscina. No tienen en cuenta las emisiones de CO2 a la atmósfera ni el uso intensivo del agua, van a relajarse y a pasar sus vacaciones. De hecho muchos cuelgan sus cutres hazañas en las redes sociales, empezando por Teresa Rodríguez, tan pródiga en contarnos vida y viajes. Ninguno vive entre estrecheces, ni se niega a viajar para evitar el calentamiento global o rechazan las piscinas por la sequía, menos hipocresía. Todos viven su vida como lo que son, gente de clase media como somos todos, lo que me parece bien, pero que no nos atosiguen con moralinas.