El valor de la persistencia al servicio de un proyecto
● En su segundo intento como alcaldable, confía en protagonizar un vuelco electoral que finiquite 16 años de gobiernos del PSOE
Hace cuatro años fue la alcaldable más joven de Sanlúcar. Ahora tiene 40 y acumula ya dos mandatos de experiencia de concejala en la oposición. En su segundo intento como candidata del PP a la Alcaldía, Carmen Pérez confía en ser protagonista de un vuelco electoral que acabe con 16 años de gobiernos del PSOE en la ciudad.
Llegó a la política en 2011. De suplente de la lista popular de los comicios municipales de aquel año pasó a tener diversos cargos en el comité ejecutivo local del partido. En 2015, siendo secretaria general de la formación, salió elegida concejala –fue en el cuarto puesto de la candidatura– y a partir de entonces tuvo la oportunidad de representar en la Corporación al partido del que “he sido simpatizante desde que tengo uso de razón. Mis padres han sido siempre simpatizantes y votantes del Partido Popular. No quiero decir con esto que mis padres me metieran a la fuerza en esto. En mi casa nos dejaron mucha libertad e independencia”. Se refiere también a su hermana.
Diplomada en Magisterio de Educación Primaria por la Universidad de Granada, apenas ha ejercido de maestra porque en su día optó por la vía de ser trabajadora autónoma al frente de su propio comercio de complementos de señora en la barriada El Palomar. Aquellos siete años le permitieron “conocer de primera mano los sinsabores de los autónomos”. También en la actualidad, porque su marido regenta un bar. “De ahí que en nuestro proyecto de ciudad haya una apuesta firme por apoyar a este sector tan importante. Los autónomos y empresarios son los que crean empleo y, por tanto, bienestar en Sanlúcar”, comenta quien ejerce de presidenta local del PP desde septiembre de 2019.
Su único hijo, de diez años, acaba de recibir la Primera Comunión. Gran evento familiar y precampaña. Agenda repleta. “Es bastante complicado conciliar la vida familiar y laboral, pero lo he llevado bastante bien, porque es una celebración muy bonita. Lo hemos disfrutado mucho en familia, como cristanos que somos”, cuenta.
A la candidata popular le gusta leer, le encanta la playa –su favorita es la de Bonanza, porque “me trae muchos recuerdos de mi infancia”– y le relaja mucho “el silencio del campo”. “Cuando puedo, también hago pilates, porque me ayuda mucho con la espalda, y, por supuesto, me gusta estar en familia”, añade.
En este mandato ha aprendido bastante más de la política municipal. “La oposición enseña mucho, porque es muy dura. Nos hemos llevado cuatro años puerta a puerta, calle a calle, con los vecinos, recogiendo todas las demandas y necesidades, y plasmándolas en propuestas, mociones, ruegos y preguntas para luego ver en el Pleno que se quedaban en un cajón por la abstención o el voto en contra del PSOE. Después de un trabajo de mucho tiempo, nos hemos encontrado con la puerta en las narices. Eso nos ha enseñado a ser más persistentes, más testarudos, a continuar trabajando haciendo propuestas, porque los problemas de Sanlúcar siguen ahí”, reflexiona agregando que también ha aprendido que “la necesidad de que el Ayuntamiento sea más participativo es mucho mayor de lo que pensábamos”.
De su candidatura destaca que es “un equipo integrador, preparado y de personas muy reconocidas” más allá de las siglas, pues incorpora seis independientes. Su lema es “otra forma de gobernar”.
Conozco de primera mano los sinsabores de los autónomos por mi propia experiencia y la actual de mi marido”